Melbits POD: Damos un repaso a la versión comercial del tamagotchi de nuevo milenio
Hace un mes, coincidiendo con su salida al mercado, os hablaba del interesante Melbits POD. Una mezcla de juego, juguete, videojuego y tamagotchi especialmente pensada para los más pequeños de la casa y el juego en familia. Uniendo lo didáctico y lo lúdico, la buena gente de Melbits hacía pensar a los peques con su interesante invento y les ayudaba en su crecimiento personal. Hoy, con la versión comercial ya en casa, toca hablar de nuevo de algunos de los aciertos del proyecto.
Un clásico del futuro
Melbits POD es un juguete moderno que juega con elementos tecnológicos como la IA, la Realidad Aumentada y la pantalla de nuestros móviles y tablets. Sin embargo parte de un principio completamente tradicional: el de los muñecos de toda la vida. Así, su parte fundamental, el POD, es un juguete, un muñeco en forma de huevo con carita adorable y diseño muy de los noventa que funciona muy bien en niños y niñas de todas las edades. Dentro de este muñeco, de este juguete, se encuentra la tecnología que en combinación con un móvil o tablet dan forma al invento y a sus múltiples formas de jugar.
Para empezar necesitaremos la app de Melbits POD, completamente gratuita en Google Play y la App Store para Android e iOS. En este sentido se nota que ya no estamos con una versión de prueba, pues la instalación es más estable, la App ya no es un proyecto en desarrollo y funciona mucho mejor, sincronizando en cuestión de segundos nuestro móvil o tablet con el POD. En él podremos incubar las semillas para conseguir a nuestros Melbits. Son estas criaturas que incubamos en el POD los protagonistas del juego, aunque esto no será tan simple como poner el POD sobre la pantalla y ya: antes tendremos que incubarlos de distintas maneras para obtener distintos tipos de criaturas.
¡No te sientes sobre el POD!
Existen distintas semillas de Melbits, y cada una requerirá que los incubemos de una u otra manera. Factores como la luz, el movimiento o la temperatura afectan a la nueva criatura que nacerá dándole forma y tipo. Hay un montón de combinaciones posibles que podemos ir siguiendo en nuestro árbol melbiológico, en el que veremos a todas nuestras criaturas. Y es que Melbits POD no es un Tamagotchi. Es una fábrica de tamagotchis que vamos creando poco a poco y a los que luego tendremos que alimentar, jugar con ellos, sacar a pasear y a jugar con nosotros gracias a la Realidad Aumentada, evolucionar en nuevas formas, personalizar con complementos y, finalmente, enviar a internet a luchar contra los malvados virus para hacer del mundo un lugar mejor.
La llegada de Melbits POD a casa tras la cesión temporal para prueba ha sido todo un acontecimiento. Mi hija, que ya os comenté que había hecho figuritas y dibujos de sus Melbits antes de separarse de ellos para así tenerlos siempre cerca, lo ha retomado con gran entusiasmo, lo que es una buena noticia para nosotros. Hay muchas cosas interesantes para los padres en Melbits POD que lo convierten en un buen regalo para los peques de la casa, ya sean hijos, sobrinos o vecinos. Un regalo que además fomenta el juego y la experiencia en familia y que puede dar muy buenos resultados a la hora de pasar tiempo juntos.
Por un lado ayuda a combatir la ansiedad por separación, a aprender a despedirse y seguir su vida con los nuevos Melbits mientras sus viejos amigos, evolucionados, van a cumplir su labor. Un punto positivo que se une a la forma que tiene de desarrollar su creatividad y la solución intuitiva de problemas con la incubación, la empatía en el cuidado de los Melbits y la imaginación a la hora de jugar con ellos usando la Realidad Aumentada, haciendo fotos y, en definitiva pasándolo bien. Una forma excelente de convertir los móviles y las tablets en algo más que pantallitas para ver Youtube y que sin duda es un gran regalo de Navidad.
¡Nos leemos!
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