Mass Effect Andromeda necesitaba más tiempo
Estoy disfrutando de cada pequeño rincón de Mass Effect Andromeda. Como fan de la saga, me pierdo horas leyendo el códice, comprobando las actualizaciones de cada una de sus secciones, revisando todos los pads de datos. Me esfuerzo, también, en que mi tripulación se sienta cómoda conmigo. Quiero ser una comandante cercana que entiende lo que es la diversidad, te acepta como eres y que llega a Andrómeda consciente de su condición de especie invasora.
Durante las dos decenas de horas que debo llevar he dado con un par de situaciones que ya justifican la experiencia; es algo curioso, teniendo en cuenta que habré realizado un porcentaje ínfimo de la historia principal y que me estoy tomando con excesiva calma cada uno de sus muchos detalles. Aun así, pese a todas las bondades de una entrega que todavía tiene mucho por ofrecerme, no puedo negar que estoy ante un videojuego que debería de haberse estrenado durante la segunda mitad de 2017. Nos ha llegado a medias.
BioWare no queda en muy buen lugar cuando pocos días después del lanzamiento del juego debe emitir un comunicado a los fans en el que asegura estar trabajando de lleno en solucionar todos sus problemas. Tampoco, que desde el acceso anticipado con EA Access y Origin Access el juego esté a punto de recibir su tercer parche; este, al fin, empezará a poner solución a una asincronía labial que viene arrastrándose desde el primer tráiler. Aún con esas, seguiremos estando lejos de un juego al que podamos tachar de pulido. La lista de taras es larga.
Como ya comenta Álex en su análisis, detalles como la ausencia de animaciones al salir y entrar en el Nomad van manchando la experiencia. Son cosas propias de una early build, de las primeras imágenes de un juego en las que en el margen inferior puede leerse ‘work in progress’. Todos los personajes del equipo tienen el mismo gesto previo a entablar conversación contigo (media vuelta, plano general y primer plano), la partida llega a congelarse medio segundo en secciones abiertas mientras conduces, el sistema de coberturas es torpe, la navegación por la galaxia es tediosa, las texturas tardan en cargar, el spawn enemigo es brusco y, por desgracia, a esto le sigue un largo etcétera.
Repito que son elementos que puedes perdonar porque la experiencia Mass Effect sigue estando ahí, pero hacer ver que no existen o que son partes ínfimas de un todo mucho mayor es de un cinismo preocupante. Primero, porque al hacerlo estamos rebajando el estándar de calidad y corremos el peligro de que los lanzamientos a medias se conviertan -si no lo son ya- en algo normal; desgraciadamente, Mass Effect Andromeda no es el primer caso. Segundo, porque lo mínimo que deberíamos pedirle a BioWare es, paradójicamente, lo máximo. Si tengo que esperar meses a que los parches solucionen lo que no debería presenciar en el lanzamiento que paren, que yo me bajo. Con la galaxia en construcción de Hello Games ya tuve suficiente.
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