Mario como imagen del ingenio clásico
Hemos visto a Mario en un sinfín de títulos, protagonizando las aventuras más originales. Desde la clásica aventura de Mario Land a verlo convertido en papel. Cualquier excusa es buena para hacer que el público quede maravillado con las obras de Nintendo.
Tras su anuncio en Nintendo Direct, hemos podido probar este Mario and Donkey Kong minis on the Move. Un nuevo concepto, o más bien un viejo concepto pero utilizado de una forma que solo esta compañía es capaz de hacer. La idea es que Mario, siempre se asocia a diversión. Quizá en alguna entrega haya podido quedar un poco desangelado a los ojos de los fans pero siempre ha aportado su fórmula de diversión.
En este título aprovecha ideas de los comienzos del videojuegos y las adapta a su carácter desenfadado. No es otro motivo que el de los juegos de rapidez mental y de habilidad. Aun cogiendo ideas de juegos como Qwak, Loco-Motion o incluso Chu Chu Rocket, consigue presentarse ante nosotros con personalidad propia. Construyamos el camino de nuestros minis para llegar a su destino obteniendo el máximo de posible de puntuación.
Y en eso se basa este título, debemos resolver distintos puzles para obtener la máxima puntuación. Nuestro enemigo, el tiempo. En algunos casos deberemos colocar distintos tipos de baldosas para indicar a nuestros personajes el camino a seguir. Si no damos con la solución correcta a tiempo veremos a Peach o Mario caer en unos pinchos o simplemente perder la oportunidad. Otros en cambio nos retaran a recoger monedas, afinando nuestro equilibrio o puntería. El secreto de estos juegos es que, debido a su aumento de dificultad progresivo, nos enganchamos y no podemos dejarlo. De hecho, cuanta mayor es la dificultad, mayor es el grado de adicción. Al comenzar a jugar encontraremos tipos de objetos simples y retos fáciles, pero pronto empezamos a ver que la observación será la clave.
Es curioso ver cómo a veces conceptos sencillos que nos han acompañado durante largo tiempo, continúan teniendo algo que ofrecernos. Es posible que los juegos de reto mental no envejezcan. Por supuesto que necesitan una presentación renovada cada vez y nada mejor que unos personajes simpáticos y entrañables que ganaron nuestro cariño hace mucho. Pero es cierto, ¿el juego funcionaría igual sin estar basado en el fontanero bigotudo? Puede que viéramos el título con otros ojos, pero el planteamiento es divertido en sí mismo.
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