Mafia III ¿El videojuego con mejor música de la historia?
Hasta hace poco, si me hubieran preguntado qué juego incluye la mejor música lo habría tenido difícil. Guitar Hero Legends of Rock y su secuela, Warriors of Rock, lo hicieron realmente bien. El mismo GTA III supo traer una banda sonora de calidad al mundo del videojuego, y si entramos en favoritos, sin duda me habría remitido a Driver III, Fallout, el espectacular y tristemente mal tratado Scarface, The World is Yours -una auténtica joya- y puede que El Padrino, el primero, el bueno. Oh, sí, ahí tenéis juegos con música propia como Bully -a.k.a. Canis Canem-, Portal 2, Bioshock Infinite con sus adaptaciones y Ni no Kuni.
Con perdón de todo los maestros compositores, Joe Hisaichi, Yuzo Koshiro, Nobuo Uematsu, Koichi Sugiyama, la gran Michuru Yamane y otros monstruos como Mike Morasky, Daniel Licht, Garry Schyman, el gran Edgar Froese o Bill Conti por mencionar algunos, si a dia de hoy alguien me preguntara cuál es el juego con mejor banda sonora, al margen de gustos, modas y demás, la respuesta sólo puede ser una: Mafia III.
Un principio que nos avisa de lo que viene
Poneos en situación: comienza el juego con unos acordes de Jesse Harlin y Jim Boney, los compositores 'oficiales' del juego. Algo de Texas Blues al más puro estilo sureño al que sólo le falta un buen plato de gumbo y una garrafa de whiskey de bañera para darle tono al asunto. Comienzan las pantallas y el logo de Hangar 13, ese gato rufián con un parche que, sin duda, nos hace pensar en los Black Panters, puede que llevados por el momento. Entonces, de pronto, la cosa se pone intensa al llegar a la pantalla de opciones: All Along the Watchtower, pero no una versión cualquiera. Ni siquiera la original de Bob Dylan. Otra:
Tras la elección de un All Along the Watchtower para su tráiler de presentación interpretado por Billy Valentine & The Forest Rangers -puede que os suenen más por Someday Never Comes, tema principal de Sons of Anarchy-, encontrarnos en la pantalla de inicio con una de las mejores interpretaciones del tema a manos de la guitarra hyperdistorsionada de Jimi Hendrix es la primera gran sorpresa musical del juego. Luego hay más
Banda sonora y música en mayúsculas
¿Qué significa tener buena música cuando se es un videojuego? Supongo que muchos diréis que tener una buena composición, un buen puñado de temas que acompañen a la acción, a la tensión, a la narrativa del momento y que se adapten al juego. Muchos pensaréis que no basta con meter temas con calzador en la radio del coche, y muchos, directamente, Dios os perdone porque yo no puedo, pensaréis que la música que incluye Mafia III no es para tanto.
En este sentido Mafia III tiene dos formas de ofrecernos su música, siendo la primera una de composición propia en manos de Jesse Harlin y Jim Boney que ofrecen un total de 10 temazos que toman lo mejor del jazz, el blues en todas sus vertientes, el soul y el rock clásico con notas de country y tono texas para dar una música ambiental y propia más que ajustada a la acción. Os dejo con una de mis favoritas, Boy Becomes a Man, de Jim Boney:
Música negra, zydeco y rock clásico
La mezcla de conflicto, lucha de clases, racismo y guerra hacen de los 60 un periodo en el que chocan varios estilos musicales, tradicionales y en evolución, haciendo de 1968 un año especialmente crítico en cuanto a música se refiere -por no hablar de otros temas que trataremos en futuros artículos-. Por un lado tenemos el zydeco, un género musical propio del sudeste de Louisiana propio de los criollos -en este caso mezcla de caribeños, dominicanos y haitianos con franceses y españoles-. El zydeco mezcla la ancestral música tribal y los ritmos más puros de las raices negras con otras formas musicales como el Blues, el Soul, el Gospel y el Rythym Blues con algunas influencia de la música Cajún. os dejo un ejemplo de zydeco en manos de uno de sus pioneros, el Rey del Zydeco, Clifton Chenier, incluido en el juego, por supuesto.
Junto al zydeco, que se popularizaría años antes con la llegada de los criollos a California durante la II Guerra Mundial, el juego no le hace ascos a los grandes géneros del momento con rock cásico, Souls, Texas Blues, Rythym Blues, Blues, Jazz, Funky Jazz y toda una mezcla variopinta en la que vamos a encontrar notas de gospel y música negra y cómo algunos sellos blancos robaban estos temas para luego ponerlos en manos de cantantes como el bueno de Elvis. Toca dejaros uno de los temas que más se relacionan con Louisiana y, por supuesto, Nueva Orleans, la New Burdeaux del juego y que suena a mano de The Animals: The House of Rising Sun. Que no os engañen, estos son muy blanquitos. La versión original es una canción tradicional anónima, fruto de las baladas propias que se cantaban en los garitos y reuniones de esclavos y que se cree es una versión de The Unfortunate Rake, tonada británica del siglo XVI. Ahí es ná...
Hablemos de Vietnam
Comentaba antes la fuerza que había tenido Vietnam a la hora de influir en la creación musical de la época, tanto en temas que criticaban el militarismo y lo que se consideraba una guerra de ocupación injusta por parte del sector estudiante más joven de la nación -al que le apetecía poco 'coger su fusil como Johnny'- como por temas que narraban los horrores y la experiencia de estar presentes en el conflicto.
Y si hablamos de Vietnam, lo primero es hablar de la Creedence Clearwater Revival, que puso música al conflicto en los televisores de la época y quintuplica su presencia en el juego con cinco temazos: Bad Moon Rising, el patriótico himno de Nueva Orleans, Born in the Bayou, Proud mary, Green River y, la que os dejo a continuación: Fortunate Son:
A la altura tenemos a los grandes Jefferson Airplane, que vienen pegando fuerte con Somebody to Love y la espectacular White Rabbit, a la altura de la brutal The Letter, de The Box Top, interpretada también por los amigos de Jefferson Airplane bajo el nombre de Gimme a Ticket for an Airplane -la primera frase de la canción-, aunque para el juego han mantenido la voz rota y pasada de Whiskey de los amigos de The Box Tops. Vamos allá con ella:
Nacido para ser rebelde
Junto a Vietnam, o como circunstancia directa del conflicto y la pésima recepción a los veteranos de guerra en el país, el movimiento rebelde al que cantaba Steppenwolf con su Born to be Wild tiene presencia en el juego con el propio autor del grán clásico Born to Be Wild y Desperation -ambas incluídas- en un repertorio al que se apuntan los ineludibles Rolling Stones con cuatro temas, destacando Sympathy for the Devil -clasicazo que acompaña todas las escenas de voodoo- y Paint it Black, de la que también tenemos versión 'modernita' con The Avengers. No os precupéis, aquí estamos para viejos buenos tiempos, vamos con Steppenwolf:
Dejando la masacre a un lado
Pero no seamos energúmenos, tanta guerra y tanta rebeldía. Vamos a echar de menos a la querida Janis Joplin en solitario cantándonos aquello de Cry Baby pero si es por blancos drogados no lloréis, ahí tenemos a Roy Orbison con Running Scared y al querido Elvis Presley con un tema muy bailable y con meneos de caderas: A Little Less Conversation -and little more action-, sutileza en estado puro. Me quedo mejor con Sam Cooke, que viene con cinco temas de los que hay que destacar una oleada de esperanza en un mundo que daba poco lugar a ella: What a Wonderful World.
La música sudista también está presente, no vamos a obviarlos, y ahí tenemos a algunos grandes del country y el folk como Roger Miller con su canto a la carretera de King of the Road, Canned Heat que vuelve a la carretera con On the Road Again y el gran Johnny Cash que no apoya a Lynyrd Skynyrd con su amor por Alabama pero se trae de casa Ring Of Fire y Folsom Prison Blues. Gran country aunque a lo mejor os la pela, con perdón, por que para instrumentos folk ya tenéis a Sam & Dave con el gran temazo que muchos conocieron con los Blues Brothers: Soul Men. Un chupito por cada vez que hayáis cantado esto:
1.500 palabras, un montón de vídeos y aún no he hablado de Ramones y Palisades Park, versión del original de Freddy Cannon también incluido; Sonny Rhodes y You Better Stop, los tres temazos de Otis Redding, James Brown con I got You -os sonará más por I feel good tararararara, nanananaaa, tararararara-; los Beach Boys, que dejan las olas que en verdad nunca surfearon para traernos grandes temas como Heroes and Villains, Wouldn't it Be Nice y Help Me Rhonda... venga, un poco de arcoirismo gratuito y hipioso con los niños de la tabla seca y luego seguimos:
Seguimos con la lista con Beethoven Ben y su Dance of the Hours con ese principio tan de salóon del oeste que le da un uso al banjo que ya querría el bueno de Slash, el G. I. Blues del gran Lightinin'g Slim, Long Tall Sally, del monstruoso Little Richard -el de Lucille que os decía antes, sólo que Lucille no ha podido venir al juego-, más versiones modernas con un You Belong to Me que nos traen los Misfits y que, con perdón, no está a la altura del nivel de The Duprees, acompañadas por The Supremes, no precisamente las de Mostoles, que traen tres temas entre los que destacar Baby Love por destacar uno, vaya:
Y podría seguir porque aún quedan temazos y temazos por incluír, y me encantaría poder poneroslos todos y compartir con vosotros la magnífica experiencia de una banda sonora que ha sabido recopilar lo mejor de la música de una era y traernosla a un videojuego en el que sentarte en el coche y dejar que pasen las horas escuchando música es una opción.
Me encantaría seguir escribiendo e incluyendo vídeos de Dusty Springfield y su Son of a Preacher Man, el Wild Thing de The Troggs, la fantástica In-A-Gadda-Da-Vida de Iron Butterfly, esta vez sin que caiga al suelo la organista de la iglesia de Springfield, o la brutal, impresionante y perfecta canción de John Lee Hooker que resume mi vida universitaria: One Bourbon, One Scotch, One Beer, no necesariamente en ese orden. Sin embargo ya me he alargado demasiado, así que os dejo con un buen tema de despedida: Aaau!! I feel good tarararara nananana tarararara...
¡Nos leemos!
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