Mafia Definitive Edition demuestra las filias y las fobias de cada momento concreto dentro de la industria
Mafia Definitive Edition llega al fin para completar la Mafia Trilogy. Una recopilación que recoge los tres títulos de la saga que se inició en 2002 y que vienen a demostrar lo cambiante de los gustos de nuestra afición. Y es que el criterio es tan voluble como las modas, pasando de un extremo a otro según van cambiando las reglas de valoración. Ojo, Mafia Definitive Edition es claramente la mejor entrega de toda la trilogía, y precisamente por eso sirve para analizar la postura del analista ante un mismo género según va pasando el tiempo.
Han pasado 18 años
No voy a entrar en alnálisis aún porque me queda un poco para terminar, pero sí, Mafia Definitive Edition es un auténtico caramelito a todos los niveles. Visualmente impacta con uno reflejos y una puesta en escena que impresiona, jugablemente es tan rico como el original, con algunos ajustes y opciones que permiten disfrutar el juego aunque no seas un profesional del videojuego. A nivel de argumento sigue funcionando como el primer día con una historia que podría ser el epicentro de cualquier buena peli de mafiosos y un doblaje en castellano muy bien localizado que hace que, ahora sí, sea una gozada conducir y escuchar las conversaciones, ya sea conduciendo un taxi o huyendo de la bofia.
Mafia, el primero, el original de 2002, vuelve con todo en su sitio y algunas opciones que demuestran la evolución que ha sufrido el público en los últimos años. Los modos de dificultad nos permitirán modificar el comportamiento de los enemigos, de dianas con trajes caros a asesinos altamente cualificados. También podremos modificar el modo de conducción de simulación -el original, que es una gozada que nos invita a estamparnos contra las paredes a poco que aceleremos antes de las curvas- y el 'normal', que convierte las huidas en un sencillo arcade. Por último también podremos cargarnos lo mejor del juego original cambiando el comportamiento de los polizontes y haciendo que dejen de estar ojo avizor interviniendo tan solo cuando haya heridos.
Lo de las filias y las fobias
Comentaba en el titular que Mafia Definitive Editon muestra las filias y las fobias de los distinos momentos concretos de la industria por su recepción por parte de la crítica y los puntos mejor valorados de este fantástico regreso. Para entender esto hay que echar un ojo al sandbox tipo drive'n action y su línea cronológica. Mafia salía en 2002, un año después del lanzamiento de Grand Theft Auto 3, mismo año que GTA Vice City y dos años antes del lanzamiento del espectacular GTA San Andreas. Cuatro años después, en 2006, salían dos bestias del género, Scarface: the Worlds is Yours y The Godfather: the Videogame.
La evolución de estos títulos fue en aumento de la mano de las posibilidades que ofrecían fuera de la campaña. GTA San Andreas se configuraba como un RPG en el que podías crear a tu propio personaje. Mientras, Scarface y El Padrino te invitaban a configurar tu imperio criminal fuera de las misiones principales controlando territorios, realizando distintas misiones y tomándote tu tiempo para relajarte. Parecía que el género se ampliaba y adquiría calidad según aumentaban las opciones dentro del juego, algo de lo que también bebería Mafia 2 en 2010 y que se dispararía con la llegada de GTA V y su life style convirtiéndose en una epopeya de la libertad.
Ahora llega Mafia Definite Edition y la crítica, cansada de marcadores, secundarias, actividades extra y entrar en el móvil para jugar a la bolsa, valora por encima de todo su sencillez y lo directo de su discurso de juego. En Mafia Definitive Edition no hay dinero ni necesidad de comprar ropa, piso franco que decorar ni armas que mejorar. Tan sólo Tommy Angello, sus recuerdos y una conversación de cafetería con un final prefijado y sin variaciones. Un camino fijo que te permite recorrer la ciudad si quieres, sin tiendas ni vidas extrañas, pero que demuestra que, si el juego está bien hecho, se puede disfrutar sin más ambages. De todo esto saco dos lecturas. La primera, que la carrera por el 'y yo más' hace tiempo que no tien sentido, que buscamos cosas distintas en un videojuego que el repetir mecánicas que de primeras son sorprendentes pero a la larga cansan. La segunda, que volvemos al punto de partida del género: las compañías van a tener que romperse la cabeza para ofrecer cosas nuevas y distintas lejos de añadir minijuegos y secundarias a la lista de imprescindibles. Habrá que ver cómo lo hacen los futuros GTA, Watch Dogs, Cyberpunk y demás. Será interesante actuar de espectador.
¡Nos leemos!
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