Madrid Games Week, una feria para `el hoy´
Madrid Games Week es una feria que ha hecho disfrutar a miles de personas este fin de semana, de eso no hay duda, pero más allá de aprovechar la ocasión para lucir cosplays y reunirse en torno a un ambiente de pasión por el videojuego, se echaba en falta algo más precisamente de ese producto estrella, el videojuego.
No es sólo la ausencia de Microsoft lo que ha afectado a mi impresión sobre esta Madrid Games Week, ni tampoco vengo en plan «es que todo esto ya lo he visto en el E3 y la Gamescom», ni mucho menos. Pero sabiendo todo lo que está por venir y todo lo que podría llegar a emocionar al público, que la mayoría de los videojuegos mostrados en la feria sean lanzamientos de septiembre, octubre y noviembre le quita un poco de sentido a la idea que yo tengo de ir a esta clase de eventos a 'experimentar el futuro'.
El producto estrella de la feria ha sido el PlayStation VR, y ni siquiera es un videojuego y las demos mostradas difícilmente pueden llegar a ser convertidas en videojuegos al uso. Era parte del debate tristemente inacabado del MGPodcast. Por lo demás, me da rabia que empresas de mayor presencia como Activision o Ubisoft no hayan puesto tanta carne en el asador como otras como Bandai Namco o Badland Games, que han traído muchos más juegos y oportunidades más exclusivas a España.
Con Sony también habría que tener unas cuantas palabras. Toda la parte de la Liga PlayStation ha tenido un gran montaje, claro, y no hay mejor forma de darse a conocer que en una feria así, en la que es importante recalcar que los eSports y la competición son una parte importante del videojuego de hoy en día. Pero nada más llegar al IFEMA un cartel gigante de Uncharted 4 forraba una pared, y se repetía otras tantas veces dentro del recinto, sólo para comprobar que Uncharted 4 no estaba por ninguna parte, sino que la oportunidad era la de probar Uncharted: The Nathan Drake Collection, con la misma demo que puedes descargar desde la comodidad de tu casa.
Y todos los juegos que estaban bajo el amparo de Sony en la Madrid Games Week son juegos que, o bien ya han salido, como FIFA 16, PES 2016, NBA 2K16, Metal Gear Solid V o Destiny: El Rey de los Poseídos, o bien están a punto de hacerlo, como Need for Speed, mientras se podía probar una beta mucho más completa, también desde casa. Y más de lo mismo para Rainbow Six Siege o Star Wars Battlefront. ¿Para qué esperar tantas colas por una experiencia mínima de un juego que ya sabes que te vas a comprar?
Yo no quiero levantar envidias... Pero ya he jugado al @Battlefront_new ... Y es la leche!!! @EAStarWars pic.twitter.com/EIiUNRES7P
— Alberto Chicote (@albertochicote) October 3, 2015
En este aspecto, Nintendo ha entendido mucho mejor lo que debería ser una feria. Torneos y partidas en las que participar no sólo como espectador, muchos juegos, incluyendo tanto los que ya están a la venta como los que llegarán en los próximos meses o incluso en 2016, y grandes detalles como que Fire Emblem: Fates o Yo-Kai Watch se pudiesen probar por primera vez en Europa. Sorteos constantes, buena organización, contacto con el público,...
El abrir un nuevo pabellón para la feria y hacer que haya mucho más espacio vacío entre medias podía haber sido una buena idea, de no ser porque todo ese espacio vacío se podría haber aprovechado para que un producto que deberíamos cuidar más como es el videojuego español, tuviese algo más de visibilidad, porque la zona de los desarrollos indie españoles, con más de una veintena de juegos en un espacio ínfimo, era un poco angustiosa de ver.
En el fondo, todo daba la sensación de ser una tienda a gran escala, una serie de productos destacados que pueden ser de mayor o menor interés pero que serán los superventas de estas navidades sin ninguna duda, y lo iban a ser incluso sin necesidad de montar todo esto. Entonces, ¿para quién está pensada esta feria? Los chavales han podido dar los baños de masas a los youtubers a los que idolatran, los mayores fans de las sagas de siempre han podido anticipar su primer contacto con la nueva entrega tres semanas,... Pero ¿dónde está el amor de verdad por el videojuego?
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