Luffy, Naruto y Goku, persiguiendo la fórmula del éxito

El anime siente amor por el videojuego, más ahora que la tecnología permite parir cosas tan bonitas como los títulos de Naruto o el JoJo´s Bizarre Adventure All Stars Battle. ¿Pero cuánto tiempo tarda una licencia en encontrarse cómoda en este terreno? ¿Cuánto cuesta encontrar el género adecuado? ¿Y cuándo ha de pasarse a otro?

 

Los manga que suelen llegar a los videojuegos son shonen y de peleas, lo que facilita en mucho ubicarlos en un juego del “momento”. En la era de 16 bits triunfaron los títulos de lucha, animados por el éxito de Street Fighter y el auge de los géneros de 1vs1. Al estar poniendo esa clase de juegos sus cimientos, la profundidad jugable que se perseguía se definía emulando , sencillamente, la que venía dictada por ellos, adaptando los golpes de cada personaje del anime a esas reglas. este sentido el que más éxito y popularidad tuvo fue Dragon Ball, ya que llevar los kames y los desplazamientos voladores definió la maravillosa saga Butouden. Puro fan service.

 

Pero generar a día de hoy un título de lucha te obliga a dos cosas: o bien a ser válido en el terreno competitivo o a ser sorprendente como entrega de sonrisas a los otaku. Naruto ha conseguido ser fantástico en lo primero ¿pero resistiría otra entrega más? ¿Seguiría siendo sorprendente un trabajo similar a lo que nos viene entregando CyberConnect2 Dragon Ball ha languidecido en el terreno de los videojuegos por responder "no" a estas preguntas.

 

 

El punto de partida que permitió en esta generación poner a muchos personajes en pantalla, trajes y escenas de pelea son los derivados del género musou, los machacabotones por excelencia en los que, además, te puedes ahorrar las exigencias de los online de los 1vs1. One Piece, Saint Seiya y muchos otros se han vestido con sus galas, obteniendo un éxito relativo a su nombre, pero no a lo que podrían llegar a ofrecer como videojuego. El musou acaba pecando de una excesiva simpleza, salga Luffy, Son Goku o el Papa.

 

Al final, lo que se consigue es adaptar la licencia al estilo de juego que esté de moda y cuando se queme, se salta a otro ¿pero se consigue realmente aprovechar el potencial de la marca en sí? ¿se va a alguna parte? No. En la mayor parte de los casos, cuando se consigue algo parece que se hace de chiripa. El nuevo Jojo´s llegó de la nada, así como el primer Naruto y el pepinazo que supuso Butouden. Un nuevo concepto llega de repente, se quema y se olvida.

 

Ahora tengo mi vista puesta en el nuevo título de One Piece, el heredero espiritual de Dragon Ball y su serie blanca. One Piece Unlimited World Red llegará apostando por los combates a cuatro jugadores y los minijuegos en exclusiva para 3DS. Aunque tiene muy buena pinta a nivel gráfico, no lo tiene tanta a nivel jugable. Si la cosa no cambia mucho, nos encontraremos un nuevo fan service. Me ponen muy "nervioso" estos combates multitudinarios en los que el boss no se mueve. Mientras, los que esperamos un auténtico JRPG del trabajo de Oda, donde explorar y batallar, más allá de lo propuesto por One Piece: Romance Dawn y la entregas reguleras de Wiii, seguiremos esperando a que se quemen propuestas y nos lleguen otras. A ver si consiguen acertar de una vez

 

 

Lo bueno de One Piece con respecto a otras licencias, es que el anime pide a gritos una aventura en condiciones. Luffy y los suyos recorren en sus periplos uno de los mundos más ricos de la historia del manga, y lo que les queda. El viaje es el auténtico núcleo de la licencia. Por ello, se han realizado ya muchos acercamientos al JRPG, aunque todavía ninguno sin terminar de funcionar como juego en sí.

 

Veremos qué tal va ese Unlimited World Red, lo que está claro es que mientras tanto Goku como Naruto han encontrado un modo de funcionar bien en consolas, siendo ahora necesario buscar otro género al que migrar y mejorar, One Piece todavía no ha dado con él. Seguimos esperando el milagro que Luffy se merece.

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