1. Mundogamers
  2. Noticias

¿Los usuarios de Nintendo no aceptan la madurez?

Poco se habla de cómo explica Rockstar sus juegos
Por Bruno Louviers

Nunca queda de más darle un par de patadas a Nintendo mientras está tirado en el suelo, así que hablemos un momento de Wii U. Yves Guillemont, director ejecutivo (CEO) de Ubisoft, dijo ayer en una entrevista a GameInformer (via GamesIndustry International) que los clientes de Wii U no compran juegos maduros. Como, por ejemplo, los suyos.

 

Vale, como quieras.

 

Lo admitiré: no soy telépata; no sé lo que piensan todos los directivos de las grandes compañías. De hecho creo que nunca he estado a un radio inferior a 500 kilómetros de ninguno de ellos. Pero la declaración de Guillemont puede servir como ventana a la mentalidad de aquellos a las riendas de Electronic Arts o Activision, por citar un par de ejemplos. Desde luego las cifras le amparan: según VGChartz, Assassin’s Creed IV: Black Flag vendió cerca de 190.000 copias para la consola de la Gran N, muy por debajo de las 450.000 de PC y también una cifra inferior a las cerca de 260.000 que se vendieron con Assassin’s Creed III, título que, recordemos, salió un mes después que en Xbox 360 y PS3 ¿Significa eso que el único público de Wii U son niños pequeños que quieren su ración de Mario? No dudaré que haya una porción significativa que lo quiera porque creo firmemente que el principal motivo por el que alguien se compra una consola de Nintendo es porque quiere el producto Nintendo. Y quizá sea ese precisamente el problema.

 

Hace ya varios meses escribí un artículo hablando sobre cómo una analista creía que una de las peores decisiones que podían haber tomado los de Iwata fue llamar a su consola Wii U. Nadie sabía qué demonios era. Apostaría que hasta mis compañeros de prensa llegaron a creer, igual que todos los demás, que en realidad lo único que estaban anunciando era un periférico. En su momento de lanzamiento Wii U ofreció varios títulos multiplataforma para intentar jugar en la misma liga que PlayStation 3 y Xbox One, pero se quedó atrás porque esos títulos ya habían salido meses antes y la consola, a todos los efectos, tenía la misma capacidad gráfica que las plataformas de Sony y Microsoft. Un par de detalles añadidos no van a convencer a nadie para dar el salto: la gente no esperaba una consola de nueva generación, esperaba la nueva consola de Nintendo. Y que se viera mejor que Wii, por favor. Pero Assassin’s Creed III se veía idéntico que en el resto de versiones, Deus Ex: Human Revolution había salido dos años atrás en otras consolas y Mass Effect 3 era, bueno, la tercera parte de Mass Effect, una saga que se cimentaba en las decisiones y traspasar datos de una partida a otra. Los que siguieran la saga de cerca querrían seguir comprando en su plataforma habitual para no perder nada y los neófitos sólo tenían la tercera entrega para seguir adelante ¿cómo van a empezar por ahí?

 

Espera ¿por dónde íbamos? ¿Quién es este?

 

Así visto, Wii U empezó tropezando con una serie de licencias que no sabía cómo manejar. Black Ops II depende casi por completo de su multijugador ¿quién lo va a comprar si el público principal está en otras plataformas? Desde ahí se hace fácil olvidarse de que la consola quería recuperar a la audiencia hardcore. Ahora Nintendo ni siquiera parece prestar atención a lo que otros quieran hacer con ella. En su evento digital del pasado E3 no recuerdo haber visto un solo título multiplataforma.

 

Supongo que este es el momento en el que empiezo a comprender mejor por qué Microsoft se ha molestado en (y ha molestado al) comprar la exclusividad temporal de Tomb Raider o de pronto se me enciende la bombilla y veo por qué era importante que Watch Dogs tuviese contenido exclusivo de PlayStation 4. Sony y Microsoft se esfuerzan en promocionar esos juegos, en demostrar lo que tienen, ya sea suyo o de todos. Lo importante para ellos parece ser quién gana más, no quién ofrece qué. Por supuesto no estoy diciendo que acepte como buenas ningunas de estas dos prácticas ya que todo lo que huele a guerra de consolas me apesta, pero mirando estos ejemplos y luego viendo cómo Nintendo se queda en silencio y nadie le presta atención puedo entender por qué ocurre. No es que la gente no compre juegos “maduros” para Wii U, es que no ven la Wii U como un espacio multiplataforma, especialmente ahora que ha llegado la nueva generación. A estas alturas todo el mundo tiene ya una consola de séptima generación, a lo cual Nintendo no puede simplemente entrar y dar por sentado que la gente acuda. Cada cual tiene sus ritos. Me gusta comprar los juegos para PS3 cuando tienen online porque apenas juego pero, quizá, un día de pronto me de el gusanillo y entonces no quiero pagar por una subscripción a la que no regresaré, pero para el resto del tiempo suelo preferir Xbox 360 porque es más cómoda de capturar. Nintendo no ha hecho nada por romper esos ritos, no ha hecho promociones, no ha ayudado a ningún estudio third party para entrar a formar parte de su familia. Leyendo artículos en otras páginas se ve cómo son una compañía cerrada que espera que la suerte les caiga del cielo y que, por ejemplo, los indies se acerquen y quieran participar a pesar de que no hacen nada para ganarse su favor.

 

Wii U no es una consola cuyo público no compre juegos “maduros”. Sólo hay que esperar a que salga Bayonetta 2 (que tampoco es maduro, pero si Guillemont dice que Watch Dogs lo es entonces todo es posible). Seguro que vende unas cuantas unidades y moverá un par de consolas o tres. O Xenoblade Chronicles X, que está siendo presentado como su gran título de rol japonés. Si no, siempre se puede esperar a que llegue Devil’s Third y ver cómo queda todo. En realidad Wii U es una consola cuyo público no considera comprar títulos third party porque son casi invisibles. A Nintendo esto no parece importarle, y quizá sea uno de los motivos por los que está en tan mala situación.


<< Anterior Siguiente >>