Los Ríos de Alice: jugar con las emociones
Ultimamente con esto de viajar en transporte público, las esperas, huelgas y demás, a uno se le brinda la oportunidad de navegar por las Stores de sus terminales móviles descubriendo alguna que otra cosa interesante. Y es así como, tras haber oído hablar de él, llega a nuestras manos el reciente trabajo de Delirium Studios, Los Ríos de Alice. Es un juego que te estalla en la cara nada más entrar. Primero recibimos imágenes simples, sencillas ¡Nuestro personaje tiene un diseño plano e incoloro! Pero algo nos atrapa, sin saber muy bien qué.
Al poco de empezar a jugar somos capaces de ver que esconde algo más en sus entrañas. Los Ríos de Alice nos propone un viaje en busca de las emociones. Y nos hace descubrirlas como los juegos de antaño, dejando que nuestra intuición y nuestra mente nos abran camino a través de los puzzles que nos bloquean. Y son estos acertijos los que nos hacen echar la vista atrás. Por un lado entramos en la dinámica de la ausencia de pistas. No se nos cuenta nada aparte de una frase inicial al entrar en una estancia. Por supuesto que si alguien se atasca puede ir a preguntarle al molusco gasterópodo que nos da la bienvenida. Pero no se nos resuelve el problema, sólo se nos da alguna que otra ayuda en forma de imágenes.
Para que entendáis el concepto de Puzzles a la vieja usanza, hablemos de ese Indiana Jones and The Fate of Atlantis en el que debíamos girar unas rocas circulares para entrar en la gruta de Creta. Obviamente aquí Delirium Studios le da una vuelta de tuerca para ofrecernos un reto nuevo. Y así avanzamos en el juego, vamos encontrándonos un bache tras otro y estrujándonos la sesera para resolverlo sin prácticamente nada de ayuda. Eso es lo que nos engancha de la aventura de Alice, que debemos darnos con un muro una y otra vez hasta superar el obstáculo. Así os podréis descubrir, una y otra vez, pensando en cuál es el patrón que completa un poco más el amuleto.
Especial mención merece la participación de Vetusta Morla en la banda sonora del juego. En varias ocasiones da igual si no conseguimos resolver un problema y quedamos atascados, porque la melodía se introduce en nosotros y podemos quedarnos sencillamente escuchándola. Incluso hay algún que otro puzzle basado en jugar con este elemento y es francamente especial -diría que mi favorito.
Los Ríos de Alice me han dado que pensar. ¿Es posible que las tablet y smartphone hayan encontrado un género al que apadrinar dentro de los videojuegos? Se ha hablado mucho acerca de que estos dispositivos no pueden competir con las consolas o el PC, pero la aventura encaja a la perfección. Ya sea en el metro o tirado en el sofá, descubrir las emociones, envueltas en música y obligándome a dar un poco de lo que mi cerebro es capaz ha sido una experiencia que quisiera repetir. ¿Estamos dispuestos a adoptar estos dispositivos móviles como plataforma de juego seria?
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