Lejos parecen estar los tiempos en los que remember me casi acaba con los sueños del estudio Dontnod Entertainment y con la disolución de la desarrolladora. Sin embargo, tras el rotundo éxito de Life is Strange y el desarrollo del prometedor Vampyr, el presidente del estudio, Oskar Guilbert, ha querido replantearse la política de desarrollo con el ojo puesto en ciclos de creación más cortos, en torno a los dos años y medio, contando para ello con la propia compañía y su nuevo estudio, Dontnod Eleven:
Deseamos una colaboración mayor entre nuestros estudios e cara al futuro: Tenemos a gente con conocimientos de multijugdor por un lado y otros con contenidos de historia y episodios, pero no queremos fusionar las dos cosas (...) Lo que sí queremos ante todo es acortar los ciclos de desarrollo, dejar la producción de cada videojuego en dos años y medio o tres años a lo sumo"