Los mundos de Kingdom Hearts 3 y su problema con los tamaños
Kingdom Hearts 3, al igual que las entregas anteriores de la franquicia, nos plantea la visita a varios mundos basados en el universo de Disney. De esta forma, visitamos escenarios que hemos visto en las películas y que acompañan con muchos de sus personajes. En ocasiones formamos parte de la historia vista ya en la cinta mientras que en otras somos testigos de nuevas situaciones. Es un regalo para los fans de las películas pero también para los que no lo son o no las conocen, pues las representan de manera interesante acoplándose a la propia historia del juego.
He tenido un problema con los mundos de Kingdom Hearts 3 casi desde el principio: me parecen excesivamente grandes. El título es muy lineal, dejando en la exploración pequeñas recompensas en forma de cofres o coleccionables, pero no mucho más, por lo que me sobra mucho espacio. Encontrar escenarios gigantes donde se tarda mucho tiempo en ir de un punto a otro es demasiado común y pienso que no están del todo aprovechados. Igual que en las entregas anteriores de la saga quizás había alguno que pecaba de lo contrario, teniendo que repetir demasiadas veces las mismas estancias para diferentes escenas, este sobrepasa el caso contrario. Creo que un punto medio hubiese sido fabuloso y habría provocado que explorar en busca de estos contenidos secundarios fuese más satisfactorio, evitando que para completar el cien por cien sea casi obligatorio la utilización de guías.
Sin embargo, también se puede opinar lo contrario y pensar que los mundos de Kingdom Hearts 3 son demasiado pequeños. Y sería cierto, ya que en la mayor parte de los mundos que visitamos el fan de Disney echará de menos muchos escenarios de las películas. Quizás alguien sienta mucha ilusión por recorrer un mundo de una película en concreto y se sienta decepcionado cuando algunos puntos clave no estén disponibles o la mayor parte sean puro relleno para favorecer la aparición de monstruos. En ambos casos me siguen sobrando espacios que sólo hacen bulto, demostrando que el problema no es el tamaño en sí, sino su utilización.
Kingdom Hearts 3 se disfruta plenamente y sería estúpido decir que no se ha hecho un buen trabajo de adaptación, pero pienso que desde siempre se han tenido excesivos problemas para plantear los mundos de las películas en los juegos. Siempre encontramos mundos muy irregulares entre sí (con experiencias muy gratificantes y otras que son terribles, incluso en esta tercera entrega) y lo mismo ocurre con las proporciones y los tamaños. No está justificado que los escenarios sean tan amplios para favorecer una exploración que apenas nos aporta nada y a su vez no están aprovechados para satisfacer del todo a los fans de las películas.
Afortunadamente este no es el objetivo principal del juego y Kingdom Hearts 3 es mucho más que una sucesión de mundos que explorar o por los que sentir nostalgia de las películas, pero su irregularidad en muchos factores ha quedado patetente a lo largo de estos años. Quizás dando mejores razones a los jugadores exploradores por las que recorrer cada esquina de sus amplios escenarios y cuidando mucho más al fan del producto original hubiese sido mejor, al menos en lo que a la concepción de los mundos que recorremos se refiere.
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