Los mejores peores representantes españoles del mundo videojuego

Aunque hay compañeros que han hecho trabajos interesantes buscando representantes españoles en la historia lúdica del videojuego, me sabe mal pensar que siempre hablamos de los mismos y siempre obviamos a los auténticos representantes del cani español... ¿Dónde están esos personajes carajilleros que podríamos encontrar cerrando un bar a las tantas de la madrugada acompañado de un buen copazo de Veterano? ¡En MundoGamers estamos cansados de homenajes a los de siempre! ¡Hoy vamos a hablar de los mejores peores representantes de nuestro país y vamos a homenajearlos como se merecen! Alguien tenía que hacerlo.

MENCIÓN DE HONOR: Selección Española de Super Sidekicks, lusos españoles

¿Recuerdan el 11 de julio de 2010? Diablos, quién no. Pues imaginen las imágenes de nuestros jugadores levantando con la camiseta de Portugal. Grotesco, ¿verdad? Aquí lo tienen:

Según la SNK de principios de los noventa, la roja era algo más lusa de lo que recordábamos. No cabe la menor duda: es el traje es de Portugal, España jamás ha vestido así. ¿Qué clase de trabajo de adaptación hicieron los de Osaka? Os aseguro que uno muy malo: Estados Unidos iba vestida de azulgrana y México de amarillo y rojo. En definitiva: Super Sidekicks es un festival de color random.

PREMIO DE CONSOLACIÓN: Brutus y Miguel, toro y torero del Street Fighter Apócrifo

Es una larga historia, pero intentaré resumirla: US Gold, dios la tenga en su gloria, quiso sacar una segunda parte de Street Fighter en 1989 para micro-ordenadores cuando Capcom siquiera todavía tenía planes para lanzar una secuela en arcade. Ni corta ni perezosa, usó lo que ya tenían hecho de la primera conversión de Street Fighter para micros e hicieron una secuela espiritual: Human Killing Machine. El juego es de lo peor que se ha hecho y creado en el género del fighting por muchos motivos, pero los diseñadores tuvieron un guiño con España: Miguel y Brutus, dos personajes tan españoles como la tortilla de patata, el gazpacho, la paella o las tapas.

De esta guisa luchaban. No engañan a nadie: un toro y un torero. Sin más. Héroe y némesis a escoger por parte del jugador. ¿Anti-Taurino? Dale mandanga al torero. ¿Taurino? Haz una faena y pide la oreja y el rabo al son de la cinta girando en tu ordenador. El juego no tuvo trascendencia alguna, pero detalles nacionalistas así lograron que se hiciese un hueco en el corazoncito de los jugadores más nostálgicos. No, es broma.

PREMIO AL DEPORTISTA DEL AÑO: Jordi Costa, lanza discos y piscinero de Windjammers

El día que la competición de lanzar discos se haga popular sabremos que todo fue culpa de Data East y su Windjammers, que tuvo éxito loco en España y... en ningún sitio más. Parte de la culpa, seguro, fue de don Jordi Costa, el representante español de Windjammers. No ha salido en ningún otro juego, no ha tenido mayor repercusión que acompañar nuestras coca-colas y cervezas en salones recreativos y bares del momento, pero se ha hecho un hueco en nuestro corazón, por algo será, ¿no?

PREMIO AL REPRESENTANTE ESPAÑOL DEL AÑO: Luis Sera, ex-Guardia Civíl de Resident Evil 4

Nadie sabe exactamente su rol en la cuarta parte de la entrega... Tampoco hay mucha gente que se explique el motivo que lo llevó a salir en todos los tráilers, previews y artículos del momento. Parecía que el bueno de Sera sería alguien importante dentro de la trama y se dedicó contenido promocional del personaje como material para los medios. A la hora de la verdad, apariciones de medio pelo y cuando parece que va a hacer algo interesante, ¡zas!, muerte. ¿Qué pretendió Capcom con Luis Sera? ¿Qué pretendió mostrar el equipo de Mikami y compañía con esa España vista en Resident Evil 4? No importa Shinji, te perdonamos. A ti también, Luis. Toma tu premio: felicidades.