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Los juegos que necesita PlayStation Classic para merecer la pena

Dos decenas que se quedarán cortas
Por Julián Plaza

Sabíamos que iba a pasar, y no tiene pinta de que esta moda vaya a poner el freno. Sony finalmente se ha sumado a la estrategia de Nintendo en lo que a rescatar su catálogo retro se refiere, con una PlayStation Classic que rinde tributo a la máquina de 32 bits. Vaya por delante que también pienso que esto siempre será un peor sistema que la retrocompatibilidad de Microsoft, decir eso es lo fácil, y por eso voy a intentar analizar qué haría falta para no poner el grito en el cielo. Porque hoy por hoy, hay motivos para hacerlo.

 

Sabemos que el sistema se estrenará el 3 de diciembre con un cacharro un 45% más pequeño que la versión fat de PSX, con dos mandos réplica y 20 juegos preinstalados (a priori, sin opción a ampliar la selección) por un PVP en España de 99 euros. Será el Turbo Man de estas navidades, aunque por ahora solo conozcamos cinco de los elegidos, que son Final Fantasy VII, Tekken 3, Wild Arms, Jumping Flash! y Ridge Racer Type 4. Es imposible que los otros quince representen todo lo que fue la primera PlayStation, pero vayamos a hilar fino para ver qué títulos debería acoger. Acompañadme en este suicidio anunciado.


 

Creo sinceramente que PlayStation Classic debe centrarse en su oferta 3D. Al final, fue la bienvenida a los polígonos y, aunque duela, joyas como Final Fantasy VI, Suikoden II o Policenauts se quedan fuera; en todo caso se pueden obtener en otros sistemas. La primera 'play' acabó con un amplio catálogo, con buenos referentes de un mismo género entre los que es difícil quedarse con solo uno. En el mundo de la lucha se ha apostado por Tekken 3, por lo que Dragon Ball Final Bout (terrible a los mandos pero con su qué para cualquier fan de la serie) Bushido Blade o Soul Blade se quedan fuera. Es algo que pasará muchas veces en esta lista, ya voy avisando.

 

En el mundillo del terror es algo francamente doloroso, porque cualquiera de los tres primeros Resident Evil son merecedores de estar en Classic, pero a la vez hacen que Silent Hill, Dino Crisis, Alone in the Dark o Parasite Eve ganen números para quedarse fuera. Imagino que el elegido será el resi del que pronto recibiremos un remake. En la conducción sería raro no tener a Gran Turismo, aunque también sería una pena limitarse a la simulación y no reflotar la saga Driver, a Whipeout XL (el F-Zero de PlayStation en su época) o a Crash Team Racing. Y de oca a oca, que se dice, pasamos de las carreras a las aventuras manteniendo el drama, porque es difícil elegir entre Medievil, Legacy of Kain: Soul Reaver, Tomb Raider, Ape Escape, Spyro, Tombi, Klonoa o Crash Bandicoot. Es evidente que 20 títulos se quedan super cortos.

 

PS1

 

La elección de Final Fantasy VII deja otros grandes JRPG fuera, y dentro del 3D dolerá no encontrarse con Chrono Cross, Vagrant Story, Xenogears o Legend of Dragoon. Difícil será que Metal Gear Solid no sea un acierto en la quiniela, pero a la vez eso deja a Syphon Filter con serias posibilidades de terminar fuera del bombo. Si la veintena final termina completándose con alguno de los comentados y el sistema viene con sorpresas como Tony Hawk's Pro Skater 2, Medal of Honor, PaRappa the Rapper o Harry Potter y la Piedra Filosofal (nostalgia, qué queréis), será una compra a plantear aunque pique en el bolsillo. Aun así Sony lo tiene difícil; no se puede meter tanta calidad en tan poco espacio, y menos pidiendo casi cien euros.

 

Siento haber pasado de mucho la lista de 20 juegos, pero imagino que a cualquiera se le hace imposible reducir la que quizás fue la consola más importante de los 90 a esa escasa cifra. Simplemente no es posible. Picando un poco de cada género se puede dar con un catálogo de entrada simpático para quienes no disfrutaran la consola en su momento, pero quienes sí lo hicieron saben que dio mucho más. La elección de Wild Arms o Jumping Flash me parece cuestionable, por buenos que sean, y no augura que los quince títulos por descubrir vayan a ser flechas en la diana. No me gustaría estar en la piel del encargado de cerrar la lista. 


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