Los juegos de lucha de 2017 son para estar contento
Todo apunta a que 2017 será un gran año para un par de géneros en los que la calidad se mira con lupa. Por un lado tenemos el mundo de la conducción, un sector que en ocasiones es casi ajeno al resto de la actualidad ‘videojueguil’ que en los próximos meses recibirá DiRT 4, Gran Turismo Sport y -muy probablemente- Forza 7.
Por otro lado tenemos a los videojuegos de lucha. Es un submundo que infunde respeto incluso al usuario puesto al día en el ocio interactivo por ser uno de los primeros géneros que dio el salto a la profesionalización, los torneos y la posibilidad de vivir de esto si eres suficientemente bueno. Muchos lo son y muchos otros como yo reciben tundas antológicas por comprobarlo. Dejando a un lado a WWE 2K18 y UFC 3, de los que todavía se sabe poco, antes de diciembre el panorama de la lucha recibirá novedades jugosas.
La más inminente es Injustice 2, una secuela en la que NetherRealm parece haber trabajado con ahínco para traernos no solo un título que expanda la buena base del original, con nuevos personajes y elementos a tener en cuenta, también uno de los pocos videojuegos del género capaces sacar pecho con su modo historia sin que nadie se ría de él. Pronto sabremos en qué se traduce todo, especialmente con respecto a la incorporación de las armaduras, pero a día de hoy es más que prometedor.
Un par de semanas después, finalmente Tekken 7 saldrá de Japón. Como compensación por tener que esperar más de dos años en relación a los jugadores nipones, el título nos llegará con todos los personajes lanzados hasta el momento -a excepción del canguro Roger Jr, por presión de los colectivos animalistas- y con un modo historia que parece poner fin a la historia de la familia Mishima Zaibatsu. Las mecánicas, por otro lado, parecen ser muy similares a las de la sexta entrega numerada.
Para terminar, tenemos un Marvel vs. Capcom: Infinite del que poco más os puedo decir si ya habéis leído el avance de Diego. Es la vuelta de Capcom al mundo del desarrollo de videojuegos de lucha, algo que hace más de una década que no presenciábamos. Además, supone la conjunción de dos universos muy atractivos, por no decir que a nivel jugable apunta maneras tras pasar de los combates entre tríos a los emparejamientos, algo que nos puede traer de vuelta la mejor estrategia de los Tekken Tag Tournament. Solo falta que Street Fighter V se ponga las pilas con su segundo año y que ARMS para Switch termine dando el pelotazo para poder decir, sin miedo, que 2017 es el mejor año para el género desde hace mucho tiempo.
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