Los hackers machacan a Diablo III

Parecía que la marea había bajado en lo relativo a las críticas a Blizzard por los problemas de lanzamiento de Diablo III. El mosqueo de los jugadores por el "siempre online" había dejado paso a las críticas que, en su mayoría, estaban siendo macanudas. Aquí mismo le hemos cascado un nueve y nos hemos quedado tan agustito, que diría Ortega Cano.

Pero parece que al título le va la caña. Hoy hemos sabido, vía la edición británica de Eurogamer, que algunos usuarios están sufriendo hackeos y que sus cuentas se quedan desvalijadas: sin oro y sin objetos, todo el progreso obtenido hasta el momento se ha ido al garete.

Podríamos ponernos técnicos y hablar de las soluciones que busca Blizzard o de cómo se podría solucionar el tema, pero Internet ya está lleno de lugares en los que consultar toda esta información. Si el tema es relevante, lo es por una consideración mucho más importante.

En unos días se supone que echa a andar la casa de subastas con dinero real. Esa ha sido una de las principales causas de que el juego obligue al jugador a estar siempre conectado. Con un usuario siempre online, se reduce el riesgo de uso fraudulento de cuentas por lo que montar un chiringuito con dinero de verdad es más seguro que hacerlo permitiendo que cualquiera se conecte a los servidores sin verificar la copia.

Por momentos, la estrategia de Blizzard se está yendo por el retrete. Queda más que claro que en estas circunstancias no se va a abrir la casa de subastas de ninguna de las maneras, pero el problema de imagen que están sufriendo es gordo. De los buenos. Los próximos días nos darán alguna pista de por donde van a ir los tiros, aunque la compañía debería ponerse las pilas para calmar a los seguidores. Que una cosa es que el juego sea muy bueno y otra muy distinta es que por jugar a él nos estemos apostando los cuartos de nuestra cuenta corriente.