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Los GPS en los videojuegos

Realismo frente a facilidad de juego
Por Diego Emegé

«El radar te mostrará dónde se encuentran tus objetivos, así como las misiones secundarias y otros puntos de interés». Os suena, ¿verdad? Los radares ya se ha convertido en unos recursos indispensables para que el jugador no tenga la más remota posibilidad de perderse si no quiere. Nosotros, los jugadores, muchas veces los damos por sentado, y cuando no están lo notamos, pero otras, preferimos que no estén.

 

Estos radares tan intrusivos que tenemos ahora buscan solo una cosa: acortar el tiempo de juego y reducir el empeño que tenemos que poner al jugar. En ocasiones están más justificados que en otras. Por poner dos ejemplos de obras del mismo género, fijaos en Rage y en un BF/COD/MOH. Rage se ubica en un mapa grande en el que es fácil perderse. Es un juego rápido en el que no es agradecido pararse a mirar el mapa para ver si vamos bien. Por otro lado, la segunda tanda se trata de juegos cuyo recorrido es tan directo y obvio que sobran los radares. Si se habla de que son títulos pasilleros es por algo.

 

El realismo es una de las bazas de esos juegos (en teoría). Así que, ¿por qué no eliminar esos radares? Cuando jugué al Medal of Honor del 2010 recuerdo que todas las instrucciones que daban eran muy precisas. Vale que no me enterara de la mitad por la cantidad de tecnicismos y siglas que usaban (en inglés), pero la sensación era muy real. Casi tenía miedo de que me pegara un tiro antes el comandante que un afgano por incumplimiento de una orden

 

En la vida real los soldados estudian el terreno lo primerísimo para saber dónde ponerse. Eso de que el comandante nos diga cada cinco segundos eso de «¡RAMIREZ, VUELA EL PUENTE!» y nosotros sepamos exactamente a qué puente se refiere solo ocurre en estos juegos. Pero si se prescindiera de la ayuda de los radares y los indicadores se tendría que compensar con otros métodos que reducirían el frenetismo del asunto.

 

 

Por eso en otros estilos de juego se pueden permitir prescindir de los radares explícitos. Existen mapas que podemos utilizar para ubicarnos como lo haríamos en la vida real. Es un plus para sentirse más metido en la historia y para hacer nuestro el terreno. Recuerdo que  tanto en Vice City como en San Andreas opté por dejar de lado los radares. Trataba de ubicarme a base de reconocer la zona en la que estaba. Excepto en las persecuciones, la cosa funcionaba perfectamente…

 

El radar es solo uno de los mil aspectos que componen un juego. Pero es uno de esos que puede ser mitad mecánica de juego, mitad recurso para crear ambiente. Idealmente, tendría que ser a la elección del jugador, pero como a veces los desarrolladores prefieren poner fronteras a nuestro entretenimiento, habrá que respetarlo. Para gustos, Ramirez.


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