Los fans de Sonic contra la exclusividad en Nintendo

Ah, la de vueltas que da el mundo. Quién iba a pensar allá por los noventa que Sonic sería una exclusividad de las consolas Nintendo... eso lo dices por aquella época y lo menos que te puede pasar es que lo tilden a uno de loco. Pero en este mundo de locos es muy difícil prever lo que puede pasar en los próximos diez años, hasta el punto de que si en su momento me sorprendió el que un Sonic apareciera para una consola ajena a Sega como era Neo Geo Pocket (Sonic Pocket Adventure), el anuncio de la exclusividad anunciada en el pasado Nintendo Direct no me resultó en absoluto extraño.

Así, un nuevo Mario & Sonic en los JJ.OO. de Invierno llegará a Wii U para no perder la nintendera costumbre de aunar al erizo azul con los personajes emblema de la compañía de Kyoto, siendo en cualquier caso el anuncio de Sonic: Lost World el que tal vez resulte más llamativo a todos los niveles. Así, sería Wii U y 3DS las máquinas que se llevarían el gato al agua, contando con una de esas exclusividades que a buen seguro provocarán la envidia de la competencia, desatando ira por doquier.

Sí, estaba intentando ser sarcástico... pero lo triste es que es verdad. Resulta que este acuerdo de exclusividad no ha terminado de sentar bien a los fans más radicales de la antaño molona mascota de Sega, encendiendo sobre todo los ánimos en aquellos usuarios con cierta animadversión hacia Nintendo. Es entonces cuando contemplamos con estupor cómo estos usuarios se han organizado para pedirle a Sega que se olvide del tratamiento exclusivo hacia los padres de Mario y contemple la posibilidad de llevar este nuevo Sonic al resto de plataformas.

Si eres fan, es bastante comprensible que desees ver el juego al que sigues en tu máquina, siendo duro el hecho de tener que comprarte una consola nueva de cara a continuar la estela de tu personaje favorito. Pero siendo objetivos... ¿¡en serio!? ¿Qué demonios ha hecho Sega con Sonic en estos últimos años? Más allá del pasable Sonic Colors, casi todo lo que ha aparecido con el erizo de por medio es auténtica ponzoña. Y no es cosa de que hayan tratado de convertir a Sonic en un Poochie de la vida (¡oh, ahora se transforma en lobo!), sino es que la calidad global en sí de cada nuevo intento resultaba a todas luces frustrante para aquel que en los viejos tiempos disfrutara del juego más glorioso de Megadrive.

Qué juegos más flojos, pardiez... Para comprobar que no exagero, que no me falla la memoria, me he puesto a probar los últimos Sonic sitos en la presente generación. Curiosamente, se salvan de la quema aquellos que han aparecido en exclusiva para las distintas plataformas de Nintendo, pero ha sido insertar aquel Sonic The Hedgehog y comenzar la diarrea mental. Cargas eternas, una cámara infumable, un desarrollo tan emocionante como la música del telediario... Sonic Unleashed y su erizo-logo era tan desconcertante como tonto, y el último Sonic Generations trataba de aferrarse al pasado para encontrar un anodino planteamiento. Por su parte, los distintos episodios de Sonic 4 demuestran que a Sega se le fueron todos aquellos buenos creativos, porque vaya niveles menos inspirados...

Con circunstancias como estas, muchas veces creo que me vuelvo loco al contemplar cómo reacciona el personal afín al mundo del videojuego. Ahora resulta no solo que Bayonetta 2 se va a convertir en un lanzamiento capaz de salvar una consola (así lo aseveran muchos defensores de Wii U), sino que el próximo Sonic, del que únicamente se ha visto una críptica escena, va a ser una revolución que nadie debería perderse. Si el año que viene veo que Aliens Colonial Marines se ha convertido en juego de culto, me bajo de este mundo.