Los dibujos animados del horror

La relación entre niños, videojuegos y dibujos animados llegó a su cenit en los noventa, propiciando momentos de auténtico sonrojo en los Saturday Morning americanos. De costa a costa de los Estados Unidos se perpetraron algunas series de animación que todavía provocan espasmos entre los más atrevidos. Internet, que no deja de abrir heridas del pasado, permite a día de hoy revisionar esos esperpentos, y someter al odio eterno a sus creadores, que difícilmente serán olvidados por una generación de niños que hoy, con razón, los odia por los tiempos de los tiempos.

 

He seleccionado cuatro, muchos se han quedado fuera, pero creo que representan a la perfección lo que suponía para un chaval de entonces el encender la televisión un sábado por la mañana para ver a sus héroes de videojuegos en televisión. Disfrutad.

 

STREET FIGHTER

 

Una especie de spin-off de la película de De Souza, que ya de por sí era un terrorífico spin-off, en el que Guile, protagonista, comanda a un equipo de Street Fighters (¿?) y hacen misiones por el mundo. Entre los temas a tratar, el carácter dual de Blanka-Charlie, los extraños objetivos de un Bison sociópata, el love affaire con Cammy y Chun-Li y las delirantes aventuras de Ryu y Ken en el universo de Final Fight y su movida con Akuma. Todo mezclado con una animación terrorífica, catch phrases mierder y Sonic Booms que golpea, apagan incendios y sirven como medio de transporte. Just get in the plane, bitch.

 

 

Palabras clave: Animación cambiante, bandos incoherentes, intifada, Corn Flakes, metafísica yoga hindú, Van Damme, tamaños cambiantes, hackers boxeadores, músculos atrofiados, jara y sedal, folklore.

 

DARKSTALKERS

 

Tras el éxito recreativo y televisivo de Street Fighter, lo obvio era continuar con Darkstalkers. Y claro, cuando mezclas tantas historias de terror y folklore en una serie de televisión pasa lo que pasa: el más absoluto caos. Ojalá ese fuese el menor de los problemas: peor animación que la de las aventuras de los luchadores callejeros, horripilantes tramas y peores chistes condenan a una serie que jamás debió pasar del piloto. Es la propia antítesis de Darkstalkers: tomas todo lo que funcionaba de la serie y lo conviertes en caspa, eso es el cartoon de Night Warriors.

 

 

Palabras clave: Gatos asesinos, Arnold Schwarzenegger, rostros cambiantes, historias surrealistas, intromisiones anales, pintalabios, piscifilia, fantasmas, taxis infinitos y niños analfabetos.

 

BUBSY

 

El amigo Dan Gimeno calificaba a Bubsy de Pochie, y no se equivoca. El gato tróspido es la cosa más pocha que ha pisado un sistema de 16 bits. Es el más claro ejemplo del pochiesmo, y el éxito que llegó a tener entre los sistemas de la época lo llevó a que se plantease su propia serie de televisión. No hace falta más que ver el baile que se pega en el opening para sentir pena y lástima por él. Por suerte no pasó del piloto, que puedes ver entero gracias a la red. Si necesita repetir su catch phrase tres veces antes de comenzar el capítulo no dice mucho de su carisma o personalidad. What could possibly go wrong? Todo.

 

 

BATTLETOADS

 

La historia de un punki cutre, un nerdito de los ochenta en los noventa y un tragaldabas estándar cambia cuando la princesa Angelica (y un pato) salen de una recreativa para convertir a los protagonistas en ranas hipertrofiadas que lucharán por proteger a la rubia de una reina bollera. DIC haciendo de las suyas con una marca de videojuegos conocida. Los canadienses no lograron que la serie avanzase más allá del piloto, algo que no les impidió lanzar el capítulo en VHS en 1994, cuando Battletoads importaba poco o nada a la chavalería americana. La ausencia de fondos solo es competida por la ausencia de vergüenza de sus guionistas.

 

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