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Los creadores de Pixel Piracy piratean su propio juego para promocionarlo

Se tratará de un nuevo JRPG
Por Alvaro Ondina

Los autores indie tienen que pensar en nuevas formas de promocionarse. Al fin y al cabo, no tienen el mismo presupuesto que los grandes estudios para hacer grandes trailers y eventos exclusivos, así que tienen que idear métodos para llamar la atención. Algunos hacen campañas de Kickstarter y simplemente esperan que alguien se de cuenta de que existen y pida a la gente que inviertan en ellos, y otros recurren directamente a la piratería.

 

Vale, tengo que replantear esta frase. Los creadores de Pixel Piracy, un título independiente que intenta entrar en Steam Greenlight, han decidido subir una copia pirata de su juego en un torrent para que la gente se lo descargue sin pagar un solo duro.

 

Vale, tengo que replantear esta frase. No, no hay forma de replantearlo: es así. Los autores de un título indie están dispuestos a recurrir a la piratería con tal de que alguien juegue a su obra ¿están locos? “No somos idiotas, no estamos colocados”, dicen Vitali Kirpu y Alex Poyski, autores del juego. “Creemos que cualquiera que quiera piratear nuestro juego lo hará de todos modos, y pensamos que es una apuesta más segura si ofrecemos a esa gente un enlace oficial a nuestro juego esperando que mantengan sus ordenadores libres de virus”.

 

¿Y si la única oportunidad de darte a conocer es ofrecer gratis tu obra?

 

Esta es sin duda una mentalidad muy interesante. Por una parte, aceptan el hecho de que hay gente tan terca que luchará por no pagar, lo cual puede parecer muy derrotista, pero también implica que ofrecen una vía exclusiva para descargar su juego. Al fin y al cabo, si ya hay una versión oficial para descargarlo ¿para qué seguir buscando? Si los autores controlan esa vía de descarga pueden meter publicidad y presentar el juego como algo atractivo, hacer que la gente que entre vea que están descargando una obra interesante. Y ahí entra la segunda parte: convertir todo el juego en una demo.

 

En vez de ofrecer sólo un fragmento controlado de su título, Pixel Piracy se convierte en su propia promesa: si pagas por este título invitarás a que los creadores de este juego sigan adelante. Me opongo a la piratería, pero admito que ocasionalmente utilizo internet para leer manga y escuchar música. Sí, soy un vil hipócrita si queréis llamarme así. Pero veo esa acción como un contrato: leo ahora tu cómic, pero en cuanto tenga dinero, lo compraré. No creo que todo el mundo tenga una mentalidad similar, pero alguien tiene que haber por ahí que piense que si un título le gusta merezca la pena pagar por él. Bajo esa premisa, están abriendo su juego a un público nuevo: aquél que pueda convencerse si se prueba el juego siguiendo la clásica filosofía de “si no le gusta, le devolvemos el dinero”.

 

Pero Pixel Piracy no es un pionero en este arte de utilizar la piratería como vía de promoción. El pasado Febrero Sean Hogan, autor de Anodyne, subió su obra a The Pirate Bay, alegando que “la piratería es inevitable, de modo que será mejor que la aceptemos” y que su intención, más que nada, es que “la gente vea y juegue a Anodyne”. Por su parte Jonathan “Cactus” Söderström, creador de Hotline Miami, pirateó su propio juego para que la gente lo disfrutara gratis. “Quiero que la gente experimente el juego de la manera debida, y me da igual cómo lo hagan”, dijo. ¿Es la piratería la nueva forma de promocionar un título indie? ¿Se comprará un juego si ya se ha conseguido gratis? La verdad, no lo sé. Pero si a ellos les sirve, habrá que dejarles ser.


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