Los ciempiés en Sekiro, ¿qué pintan en su lore?
Empezamos los artículos sobre el lore de Sekiro con abundantes spoilers apuntando las primeras ideas que nos servirán de base para profundizar más en su historia. No sé vosotros, pero yo la primera pregunta que me he formulado es: ¿de dónde carallo salen los ciempiés que viven en el cuerpo del Simio Guardián y de tantos otros personajes del juego, como de Hanbei?
En Sekiro hay, que sepamos por ahora, cuatro maneras de obtener la inmortalidad o un estado similar. Una es ser el heredero del dragón divino, es decir, ser Kuro. La segunda es que este heredero te dé de beber su sangre del dragón, formalice contigo un pacto de lealtad y te haga inmortal, como ocurre con Sekiro. Claro que esto tiene un problema, el poder de esta sangre heredada causa estancamiento, enfermando a todos los que están a tu alrededor a medida que resucitas una y otra vez.
Otra forma de conseguir un cuerpo capaz de regenerarse, con la fuerza suficiente de recibir cualquier estocada mortal, pero no siendo inmortal per se, es beber de las aguas rejuvenecedoras que manan del dragón como sus propias lágrimas lo hacen. Si tomas su sedimiento, como ha hecho Genichiro, sangrarás, podrán herirte, pero volverás a la vida regenerándote al dotarte de un gran poder curativo.
Además de estas tres formas hay otra, una que realizan en el templo Senpo los monjes budistas que pretenden alcanzar la inmortalidad como un camino a la iluminación. Lo que ellos hacen es emplear unos gigantescos ciempiés chinos de cabeza roja que introducen en el cuerpo de los elegidos a modo de parásito. La alimaña se alimenta de ellos y le concede la vida eterna a cambio de absorber su salud mental, la cual obtienen totalmente cuando maduran y se vuelven enormes.
El recurso de este ciempiés como parásito le llega a Miyazaki porque esta especie en concreto se decía en la antigüedad que tenía propiedades curativas. De hecho, el modelado de este bicho en el juego es tal cual esta especie. Era usado por la medicina china para aliviar ciertos males gracias a su veneno. Los monjes del templo Senpo practican el budismo, y estas prácticas provienen de China antes de instalarse en Japón. Es decir, del oeste del archipiélago.
Se insiste mucho en Sekiro en que la llegada del dragón divino se produce tras abandonar este el oeste, atraído por la hermosa tierra de la antigua Ashina. Es posible que los monjes del monte Senpo hubieran empezado a experimentar en China con la inmortalidad provocada por el ciempiés, en una Tierra en la que estas criaturas podrían haberse alimentado por la presencia del dragón divino allí. Una vez que descubren que se marcha a Ashina como tantos otros dioses, la congregación parte con él, persiguiéndolo y considerando al ciempiés como un Dios en sí mismo, su nuevo Buda tras abandonarlo a él.
Una vez llegada a esta tierra, comprueban la existencia de las aguas rejuvenecedoras de Ashina. Descubriéndolas, comienzan una nueva serie de pruebas, con niños en esta ocasión. Les dan de beber aguas rejuvenecedoras, pero todos mueren. Es por ello que los monjes vuelven de nuevo a usar los ciempiés para alcanzar la inmortalidad y con ello la iluminación. Es más, al quitarles la razón a los practicantes de su fe, se alcanza un cierto y falso estado de iluminación.
El encargado de llevarle tantos niños y cuerpos para estos experimentos no es otro que Tejón del Sombrero Negro. Al final, tras muchos sacrificios y tras cubrir el campo del monte aledaño al templo de cadáveres, una niña consigue absorber el poder de las aguas y ser inmortal. Es considerada divina, una elegida por el propio ciempiés.
Es por este motivo, por la supuesta letalidad de las aguas rejuvenecedoras en según qué cuerpos por lo que Lady Emma y Kuro ponen el grito en el cielo cuando se enteran de que Genichiro las ha usado para ser inmortal, porque podría haber muerto y, de hecho, no muere, pero su estado físico se deteriora en el proceso.
Vuestra tarea ahora es buscarle huecos a esta teoría. Dadme duro.
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