Los 5 Castlevania fundamentales

Bloodstained ya es una realidad, Bloodstained ya está financiado (ya casi lo estaba antes del Kickstarter, de hecho) y Bloodstained, sí, es un Castlevania, o al menos, tan Castlevania como Mighty No. 9 es un Mega Man. Koji Igarashi lo ha hecho muy bien, ciertamente, y ha puesto otro clavo al ataúd que se ha labrado Konami ella solita durante los últimos años. Que haya una cuota del Kickstarter para colaborar con David Hayter, la voz de Snake, no puede ser casualidad, vaya.

 

Pero para que se lance Bloodstained falta mucho, pues la fecha estimada de lanzamiento es marzo de 2017, así que lo mejor va a ser que repasemos un poco la vida y los milagros de la saga Castlevania rememorando los cinco juegos de la saga que hay que jugar sí o sí. Vosotros podéis disentir en los comentarios, que para eso están, pero estos son los cinco que mejor identifican a la saga en su etapa 2D, así que allá vamos.

 

 

Super Castlevania IV - SNES

 

Super Castlevania IV fue el primer juego de la saga que probé. Me da un poco de vergüenza reconocerlo porque sé que empecé cuando el juego ya empezaba a tener fama y a estar más o menos depurado, no como su primera o segunda parte; pero es que soy joven y la SNES fue una de las primeras consolas de las que tengo una memoria más o menos consciente.

 

Este juego me alucinó, primero, por sus gráficos y su estética. Sus enemigos aún los tengo grabados a fuego en la cabecita, al igual que alguno de sus secretos. Creo que de niño jamás llegué a pasármelo y que lo hice ya de adulto, pero fue mi primer contacto con el Matavampiros. Desde entonces, el látigo (y la canción homónima) me acompañan y nunca los iba a olvidar. Creo que empecé por el juego adecuado, porque pobrecitos de los que tuvieran que soportar Simon's Quest, por ejemplo.

 

 

Castlevania Circle of the Moon - GBA

 

El segundo Castlevania que recuerdo haber jugado en mi infancia y otro que me marcó, no solo porque fue de mis primeros juegos para Game Boy Advance, sino porque era difícil como la madre que lo parió y me duró meses y meses. Recuerdo muy bien lo mucho que me costó matar a su Drácula y lo mucho que me gustó su historia. 

 

Luego me enteré de que sus personajes y su historia poco o nada tenían que ver con la historia 'canónica' de Castlevania, y pese a lo mucho que me gusta toda la genealogía de personajes y enfrentamientos con el hijo del dragón, este juego me sigue alucinando por su sistema de magias y poderes. 

 

En Circle of the Moon, usabas cartas para obtener habilidades, ayudantes o para dar un poder especial al látigo. ¿Que necesitas que el Vampire Killer tenga daño de fuego? Pues una combinación de cartas. ¿Que quieres usar una espada? Otra. ¿Que quieres convertirte en un esqueleto que tiene una probabilidad mínima de lanzar un ataque súperpoderoso? Pues ya sabes. 

 

 

Castlevania Symphony of the Night - PSX, Sega Saturn

 

Curiosamente, no jugué a Symphony of the Night hasta pasados muchos años de su lanzamiento, cuando ya era un hito y cuando todo el mundo lo adoraba por encima de la vida. Quizá eso me condicionó un poco a la hora de probarlo, pero creo que aunque lo hubiera descubierto por casualidad y no supiera nada de la saga Castlevania, me habría alucinado exactamente lo mismo.

 

Para mi, Symphony of the Night es un estado mental y emocional introducido en un juego, uno que tiene un diseño de niveles soberbio, una banda sonora que ahora mismo podría tararear casi entera y asociar a sus habitaciones y un giro genial hacia el final. ¿Os podéis creer que yo no me enteré de la existencia del castillo invertido hasta pasados un par de años de jugarlo?

 

Esta fue la razón perfecta para volver a jugarlo y hacerlo al 100% y enamorarme todavía más, hasta el punto de que me lo llegaría a pasar con los otros personajes desbloqueables del juego. Fijaos si me gusta este juego que suelo pasármelo una vez cada verano, casi de memoria. Y sé que no soy el único que hace esto con, de esto creo que no hay duda a día de hoy, el Castlevania más influyente y mejor hecho. 

 

 

Castlevania Aria/Dawn of Sorrow - GBA

 

Es una lástima que, pese a lo genial que era Symphony of the Night, no tuviera un sucesor digno hasta pasados muchos años, pues a Konami le dio por hacer juegos en 3D que no iban a parar a ninguna parte y que destruían la gracia de la saga. Pero con Aria of Sorrow, y más adelante con su secuela directa, Dawn of Sorrow, Igarashi y compañía volvieron a lucirse.

 

La propuesta del juego es bizarrísima y muy atrevida: el Castillo de Drácula está dentro de un eclipse y un joven muchacho japonés que se ve atrapado con él descubre que tiene la capacidad de absorber las almas y los poderes de los enemigos que abate. Soma Cruz, que es el nombre de dicho joven, luego resulta tener un papel fundamental dentro de la resurrección de Drácula. 

 

Su jugabilidad me recordaba un poco a Circle of the Moon, y quizá por eso me enganchó tanto de partida, pero la auténica gracia de Aria of Sorrow y de su secuela es que el diseño del castillo es impecable y que las habilidades eran divertidísimas de usar y muy variadas. De su secuela, además, me quedo con el doble final: que Soma sucumba a su oscuro sino y tengamos que ir a por él manejando a otro personaje es genial.

 

Oh, y Arikado lo peta, sobre todo cuando se desvela quién es en realidad.

 

 

Castlevania X Chronicles - PSP

 

El última gran Castlevania en 2D que he jugado, y otro al que me gusta regresar de vez en cuando. Se trata de una versión remasterizada y modificada de Castlevania Rondo of Blood, uno de los mejores juegos de la franquicia que, sin embargo, muchos no conocíamos porque se había lanzado para PC Engine. Tuvo una adaptación mediocre a Super Nintendo, eso sí, pero no era lo mismo.

 

Castlevania X Chronicles es grande porque su juego de origen lo era, pero también porque da gusto coger un Castlevania con movimientos limitados y que no cae del lado de los llamados 'Igavanias'. Tras muchos años jugando a este estilo de juego, recordar cómo era antes la saga y redescubrir sus principios de golpes y movimientos pesados se siente como algo muy nuevo.

 

Su aventura, además, era muy completa, no solo porque podías completarla también jugando con María y sus poderes, sino porque había múltiples caminos y podías descubrir a un personaje nuevo o una pantalla completamente distinta por casualidad. La sensación de descubrimiento de los Igavania nació en la versión original de este juego, vamos.

 

Que dentro del mismo disco vinieran, además, el juego original y Castlevania Symphony of the Night también lo hacían muy apetecible, pues no todos teníamos acceso directo y legal a SotN en la época de la PSP.

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