Lo último de lo último: quema de videojuegos violentos
Hace escasas semanas hicimos referencia a la masacre que tuvo lugar en Connecticut, en base a las ya clásicas referencias que hacen los medios relacionando este lamentable asunto con el mundo del videojuego. Pues bien, para añadir más salsa al asunto, un grupo de representantes de la comunidad de Southington pretendía llevar a cabo este fin de semana una quema de videojuegos violentos... casi como si volviéramos a los oscuros tiempos de la quema de libros en la Bebelplatz de la Alemania de Adolf Hitler.
SouthingtonSOS, que así se llama el grupo, pretendía con este movimiento concienciar a los ciudadanos, con la idea era recibir por parte de la población todo tipo de material susceptible de albergar violencia en su contenido, para posteriormente ser destruido e incinerado. A pesar de que la iniciativa tenía como nombre 'programa de devolución de juegos violentos', estaba abierto a recibir también películas, música e incluso lectura de carácter digamos agresivo. Como compensación, un miembro de la Cámara de Comercio de Soughington donaba para los pobres desprendidos un vale de veinticinco dólares, a modo de “símbolo de apreciación por un acto de ciudadanía responsable”.
A pesar de todo, Joe Erardi, uno de los implicados en el proyecto (superintendente en una escuela de Southington), declaró que la meta del programa no es la de culpabilizar a los videojuegos de la masacre. A pesar de que el nombre del proyecto alude directamente al ocio electrónico, el objetivo no era otro que el de concienciar a las familias con respecto a la violencia con la que conviven; “Las acciones del grupo no pretenden establecer a los juegos como causa de la impactante violencia de Newtown el 14 de diciembre. En lugar de eso, SouthingtonSOS está diciendo que hay amplia evidencia de que los videojuegos, junto con los medios violentos de todo tipo, incluyendo la televisión y las películas que retratan con cada historia una corriente de violencia y muerte, han contribuido a aumentar la agresión, el miedo y la ansiedad; están desensibilizando a nuestros niños con respecto a actos de violencia.”
Nuestro mensaje es muy simple: tengan una conversación con sus hijos"
Con todo, SouthingtonSOS anunció la cancelación de la quema de este sábado, con la excusa de que ya se habían alcanzado las metas de concientización, no viendo necesario continuar con el polémico evento. Según uno de los miembros, se había conseguido el objetivo de que se promoviera la discusión de los videojuegos (y otros medios, aunque con la boca pequeña) violentos... y vaya si lo consiguió, haciendo que en estos días este medio de entretenimiento volviera a ser el chivo expiatorio que paga los platos de la violencia en los Estados Unidos.
Un par de ejemplos que han ocurrido esta misma semana, después de todo el jaleo organizado por SouthingtonSOS. Para empezar, el vicepresidente Joe Biden ha declarado que se reunirá con los representantes de la industria del videojuego para hablar sobre la violencia de estos, con el claro objetivo de mitigar su presencia en el mercado. Por otro lado, el gobernador del estado de Nueva Jersey salió en un programa de la televisión nacional demandando un rotundo debate acerca de, nuevamente, la violencia en los videojuegos. Pero ojo... nadie (y si hay alguien tened por seguro que no trasciende su voz) ha dicho nada con respecto a la libertad con la que corren las armas de fuego en el continente americano.
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