Lo que le pido a Dragon Quest Builders 2
Definitivamente, Square Enix va apostar fuerte para que la marca Dragon Quest tome fuerza en occidente. Con Dragon Quest Builders 2 anunciado, un spin-off que toma prestada la fórmula Minecraft para adaptar la historia de los originales a un formato más centrado en la acción, son tres los títulos de la serie que llegarán a nuestras tierras (cuatro si sumamos el reestreno de Dragon Quest X para Nintendo Switch): Dragon Quest Heroes, Dragon Quest Heroes II y Dragon Quest XI. Todo esto sin contar los otros anunciados que podrían terminar saliendo de Japón.
Si a esto le añadimos el estreno del primer Builders y de los dos DQ lanzados para 3DS, el séptimo y el octavo, todo hace menos de un año, la sobresaturación es más que evidente. Pero dentro de este bombardeo hay uno que hace especial ilusión: Dragon Quest Builders 2. En esta casa nos ha enamorado a más de uno por muchas razones, donde la accesibilidad y la sensación de aventura más guionizada que en el título de Mojang son de lo más destacado. Merecía la pena que se explorase su idea y, visto lo visto, así se está haciendo.
Lo que hemos podido ver de la presentación de Square Enix nos deja con un lanzamiento que añade funciones que hacían falta en el original. El multijugador y los bloques en pendiente son un contenido que suma pero que tampoco destaca, no al menos con lo visto. El planeador y el buceo ya son harina de otro costal, primero porque se amplía sustancialmente el área de exploración y se incrementan las posibilidades del juego con todo un terreno subacuático que, seguro, nos tocará explorar; segundo porque hacía falta un medio de transporte (no hay monturas) que nos dejase trasladarnos sin recurrir al viaje rápido.
Por otra parte parece que los animales se suman a los compañeros que podremos llevar -en el clip podréis ver que nos sigue un perrete- y que será Malroth, el enemigo de Dragon Quest II, el encargado de representar a los malos en esta ocasión. A nivel gráfico no hay nada que nos haga entender por qué PS Vita se ha quedado fuera de la ecuación en esta secuela que solo se estrenará en PS4 y Switch; a primera vista parece una entrega muy pareja a la primera en cuanto a despliegue visual que, dicho sea de paso, tampoco era nada del otro mundo. Con esto dicho, todas las demandas van en relación a la experiencia.
Espero que Dragon Quest Builders 2 mejore un progreso que en el primero nos obligaba a empezar de cero en cada mundo, algo atractivo al principio pero algo más tedioso en el tercer y cuarto escenario. Tampoco le haría un feo a un sistema de construcción que nos permita crear bloques en masa, algo así como un abanico de plantillas para colocar estancias de 3x4 de un plumazo o grandes muros de diez bloques de largo. Por último, también sería interesante que nos dejasen construir defensas para los ataques nocturnos, algo con lo que siempre te toca lidiar espada en mano. Si Square Enix escribe una historia tan buena como la del original e incluye estas cuatro cosas, estaremos ante otra compra obligada. ¿Cuándo? Para esto aún tocará esperar.
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