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Lo más guay de Ghost of Tsushima es la visión occidental romántica del samurái

Exagerada y americanizada, pero qué rico
Por Adrián Suárez Mouriño

Nuevo trailer de Ghost of Tsushima y fecha de lanzamiento anunciada: 26 de junio de este mismo año. Una fecha estupenda porque nos deja con un mundo abierto de samuráis preparadito para ser explorado en verano.

 

He de reconocer que me fascina Ghost of Tsushima, y no tanto por el juego en sí sino por quién lo desarrolla. Sucker Punch Productions, una desarrolladora de videojuegos estadounidense, ha creado un videojuego que habla de una de las cosas más japonesas que hay: los samurái. Es decir, Ghost of Tsushima es, en realidad y ahí está la gracia: la visión de lo que es un samurái por los occidentales.

 

 

En el último trailer que hemos visto se nota esta visión, pues la figura del samurái, de estos famosos vasallos, está muy romantizada. Vemos a un padre cariñoso entrenando a su hijo para ser un samurái, a este mismo niño siendo luego mayor con fuertes valores morales y un alto sentido de la patria luchando por la libertad de Japón. Temas que son profundamente occidentales en realidad.

 

Sucker Punch es una forastera en esta temática por mucho que haya viajado para documentarse, por mucho que haya estudiado posturas de lucha, las relaciones de padres e hijos del 1200, la propia historia de lo que ocurrió en la Isla de Tsushima en 1274... Porque lo tratará bajo un prisma occidental. Echadle un vistazo a una peli de samuráis de Akira Kurosawa y luego volved a ver el trailer que nos deja Sony. El protagonista de Tsushima podría ser el mismísimo Braveheart, y todo funcionaría exactamente igual que lo que hemos visto.

 

¿Es esto una crítica? ¿Acaso estoy diciendo que hay cierta apropiación cultural irresponsable e indebida? Para nada. Lo que está haciendo Ghost of Tsushima es lo mismo que hizo Tom Cruise con su Último Samurái, en realidad, o lo que Hidetaka Miyazaki hizo al dibujar el hogar de Gwyn.

 

Esto tiene una parte divertida y una que lo es menos. Como Dragon Quest hace al tomar los hitos y símbolos de la religión cristiana para darle forma a la fe a su diosa, estos se acentúan, se vuelven una caricatura y una exclamación de lo que en realidad son. Este filtro consigue que se responda a la pregunta: ¿qué entienden ellos de nosotros, qué les parece curioso de nuestra cultura, cómo la interpretan?

 

Sucker Punch interpreta al samurái como un hombre de muchísimo honor, amantísimo de su patria y de su familia, y al este como un lugar de hermosa naturaleza, de noches eternas, de lunas gigantes y de una viva vegetación que revolotea por doquier. Esta visión nos resulta tan ensoñadora, tan inspiradora y hermosa como a los japoneses ver las ruinas de nuestras antiguas catedrales. Y la redibujamos todavía más bonita, ¿cómo resistirse?

 

Y creo que esta es la perspectiva correcta de disfrutar de Ghost of Tsushima, sin intentar buscar la perfecta corrección histórica o tonal; al contrario, más bien disfrutando de lo que es un samurái a la ‘occidentala’. Así lo gozaré yo tanto como disfruté con El Último Samurái o de cómo Hidetaka Miyazaki interpretó occidente en sus Dark Souls. Estas miradas son siempre sesgadas, pero por ello son tan atractivas.


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