Lo de Nintendo

Nintendo ha tenido una junta de accionistas, algo que debería darnos igual porque normalmente esas reuniones solo giran en torno a dinero, acciones y preguntas estúpidas de señores ancianos con dinero invertido en una empresa pujante y bien vista de su país. Patriotas ellos. Sin embargo, con Nintendo estas juntas tienen interés porque la compañía suele informar a estos vejestorios y a algún que otro ser que se entera de algo de sus planes de futuro, y como luego suelen hacer públicas muchas de las cosas habladas, nosotro nos enteramos de cosas jugosas. 

 

Esas cosas jugosas, ya lo sabréis, son que Wii U está más muerta que Franco, a pesar de vivir en el corazón de unos cuantos fanáticos; que Nintendo NX llegará en marzo de 2017, antes de que acabe el año fiscal o según arranque, a saber; que The Legend of Zelda para Wii U también lo será para NX y se lanzará junto con esta (vamos, que se retrasa de nuevo); y que habrá apps de Animal Crossing y Fire Emblem que serán más juegos que Miitomo. Todo interesante y más o menos bonito, dentro de lo que cabe.

 

 

Sin embargo, el dato más interesante es que Nintendo ha obtenido un 61% menos de ingresos que en el anterior ciclo fiscal, y esto es lo que debería encapsular al resto de datos de la junta. Aunque no es algo gravísimo, porque Nintendo tiene cash para fracasar otra generación más y no hundirse, sí hace que la situación sea todavía más delicada que cuando Wii U empezó a fracasar tras el absurdo éxito de Wii. Nintendo está arriesgando bastante más en esta ocasión y tiene unas competidoras muy fuertes. 

 

Además, 2017 puede ser el año que veamos una competidora no prevista, esa PS4 Neo que no sabemos muy bien lo que va a ser, así que todo lo que hagan en torno a NX debe ser o impecable para ganarse a los jugadores que ya no prestan atención a sus plataformas (en parte, por la total ausencia de third parties y por la menor potencia) o presentar algo absolutamente revolucionario que haga girar la siguiente generación a su favor, como bien hizo con Wii en gran medida. 

 

Por supuesto, una consola potente con los juegos de Nintendo de siempre en una calidad similar a los de Wii U – que tiene 10 juegos fabulosos, pero todos de Nintendo – atraería a un público y vendería algo, sobre todo si viene con un The Legend of Zelda esperadísimo bajo el brazo; pero dudo que Nintendo quiera repetir la estrategia de nicho – Nintendo es un nicho, venid a por mí si queréis, nintenderos – que ha hundido Wii U por completo. Así que por narices vamos a ver algo nuevo con NX.

 

 

Quizá esa novedad venga marcada por las apps, ojo. ¿Un Animal Crossing en móvil? Virgencita, eso puede ser una joya en bruto, sobre todo con muebles de pago. "Pack IKEA de Animal Crossing por 2 euros" es una pesadilla recurrente que tendremos muchos en un futuro no muy lejano, tanto como la opción de revivir un personaje muerto en Fire Emblem, que también lo veremos en forma de app, aunque todavía no se sabe si este año o el que viene. Dudo que My Nintendo sea la cosa rompedora que muchos anticiparon, pero las apps seguro que lo petan.

 

Así que nada, vamos a ver qué pifostio monta Nintendo, una vez más entrando a destiempo en una generación, desmarcándose de la competencia (aunque lo mismo no tanto si PS4 Neo es algo nuevo de verdad) y en una situación de necesidad con las third parties. Esta vez Nintendo sí que no puede prescindir de ellas, hace falta que el siguiente Call of Duty, el siguiente Assassin's Creed y todos los juegos por el estilo se lancen también en su plataforma, pero también necesita hacer algo más interesante para diferenciarse. Y solo con sus juegos exclusivos no van a conseguirlo aunque lancen algo mejor que Super Mario World, Super Metroid y Mario Kart 8 cada año. 

 

Parece que no, pero una de las empresas que peor lo tienen para subsistir a su fama y su trasfondo sigue siendo una de las más influyentes y a la que más nos gusta analizar, en parte porque Nintendo es rara de narices, pero en parte también porque hacen lo que les sale de las narices y parecen dispuestas a experimentar para ser la alternativa a las otras dos consolas gemelas que siempre han existido en la industria de los videojuegos. 

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