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Lo 'bueno' de los juegos rotos

¿Escarmentará Ubisoft el año que viene?
Por Bruno Louviers

Me reí mucho ayer con el inminente hostión de la crítica a Assassin's Creed Unity, lanzado ayer en EEUU, analizado ayer por la tarde por la mayoría de medios anglosajones y puntuado 'a la baja' – lo que en la jerga se entiende como 'solo' un notable – en la mayoría de casos. Hoy lo siento mucho por los fans de la saga, que pese a haber elegido edorar una franquicia bastante cuestionable, van a padecer un juego en pésimas condiciones que no llega ni a tener una tasa de frames estable y está plagado de bugs. 

 

El caso es que, a largo plazo, esto es algo bueno. Sé que no voy a consolar a nadie con estas palabras, pero que Assassin's Creed Unity sea un despropósito jugable será bueno para el próximo Assassin's Creed. O lo será si en Ubisoft escarmientan un poco, como hicieron en EA con Battlefield 4. ¿Recordáis la que se montó hace un año cuando el juego de DICE y EA no funcionaba nada bien ni online ni offline ni en PC ni en consolas de ningún tipo? Eso se ha traducido en que Battlefield Hardline, en lugar de lanzarse en octubre, un año después, lo hará en febrero, con unos meses extra para pulir todo el resultado. 

 

 

Estamos en un mundillo en constante cambio y movimiento, pero las compañías de videojuegos no parecen terminar de entenderlo y pretenden funcionar como entes inamovibles que lanzan un juego la misma fecha todos los años, contra viento y marea y, como estamos viendo, en contra de los medios y de los usuarios. Es inaceptable que casi todos los grandes lanzamientos de este año tengan bugs y problemas de rendimiento tan vergonzoso. 

 

Esto no ha sido una cosa solo de Assassin's Creed Unity, vaya: The Evil Within tampoco es precisamente una joya que mantenga los 30fps estables, Halo: The Master Chief Collection se ha lanzado con el online rotísimo, Call of Duty: Advanced Warfare tiene lag y problemas de netcode, FIFA 15 está roto... Y podría seguir. 

 

No es que intente buscarle el lado positivo a todo esto, porque al final la gran temporada alta que todos estábamos deseando se ha visto reducida a un montón de juegos que no terminan de funcionar y que necesitan parches de lanzamiento sin los cuales no funcionan bien; pero si los compradores fuéramos un poco más crueles con las compañías y las castigáramos con nuestras carteras, estas cosas no pasarían el año que viene. 


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