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Lo bello y lo triste en The Witcher 3: Wild Hunt

¿Por qué le perdonamos los errores a CD Projekt RED?
Por Rafa del Río

¿Por qué le perdonamos los errores a CD Projekt RED? Estoy seguro de que todos, tengáis o no el juego, ya habréis visto algún que otro fotograma o vídeo en el que se demuestra alguno de los 'divertidos' errores con los que cuenta el tercer capítulo de la saga de Geralt en consolas y PC. Porque sí, Witcher 3 tiene errores. Errores que hacen que traspase paredes, que de una voltereta pueda subir una montaña, que se atasque en determinados puntos del escenario y que actúe de forma rara en el combate o cuando vamos cabalgando con Sardinilla

 

Y es que sí, cuando se espera algo con tanta ansia como se esperaba a éste Witcher 3, los fallos se notan, y mucho. Ya no es cuestión de ese supuesto downgrade gráfico que, la verdad, me la pela bastante, es más cuestión de cosas como el stutting -tartamudeo de frames-, las ralentizaciones y el quedarte atascado en parte del escenario. Cosas como que el salto resulte un tanto errático, que los textos te condenen a la miopía o que nunca sepas dónde va a llevarte una voltereta. 

¿Queréis surfear en Witcher 3?

Sólo tenéis que dejaros caer por un desfiladero y 'deslizaros', al llegar a la siguiente loma Geralt subirá deslizándose y volverá a caer. Usando la física del half-pipe, podemos llegar al infinito y más allá.  

 

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The Witcher 3 tiene errores,

y sin embargo no se le está dando ni la mitad de tralla que a casos como Watch Dogs o Asssassin's Creed. ¿Y eso por qué? Pues porque, a pesar de sus errores, CD projekt RED da la sensación de estar haciendo las cosas bien. Es algo parecido a loque sucedió en su momento con Red Dead Redemption. Que levante la mano quien no se ha quedado atascado con la diligencia en plena carrera, quien no haya visto en GTA caer coches y helicópteros del cielo, o quien no haya disparado todas sus balas contra alguien siendo John Marston para luego descubrir que esa ventana, a pesar de estar abierta, está bloqueando las balas. 

 

Reconozcámoslo, somos incapaces de medirlo todo con el mismo rasero, y aunque pueda parecer atroz, lo cierto es que eso no es malo. Sí, hay cosas en The Witcher 3 que requieren una acción inmediata, pero CD Projekt RED ya amenaza con parches y ya está trabajando en mejorar cosas como el tamaño del texto. ¿Qué queréis que os diga? Siendo una empresa que demuestra mimo a los jugadores y que ya sabemos que, como bien se ufanan, 'dan soporte a sus juegos', no me parece nada preocupante. 

 

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Pequeños detalles, grandes detalles

Confío en los polacos porque sé que van a mejorar los errores, pero lo cierto es que aunque no los mejoraran seguiría confiando en ellos. ¿Por qué? Porque han hecho un gran trabajo con The Witcher 3. No me vale que me digas que hay errores por sacar un producto grande cuando llevas 10 años haciendo lo mismo con diferentes edificios, pero sí cuando me ofreces un juego que trata con dulzura la relación entre sus protagonistas con un diálogo que va más allá del diálogo como el que protagoniza los primeros minutos del encuentro entre Geralt y Yennefer en Kaer Morhen.

 

No me importa soportar un par de errores tontos cuando me pones una intro en la que a golpe de narrativa visual me explicas la huida de Yennefer y la búsqueda de su rastro por parte de Geralt. No me importa cuando me planteas un tutorial en el que en apenas unos minutos hasta el más iletrado y desconocedor del universo de Sapkowsky se queda con la copla, y no me importa apechugar con algunos fallos a cambio de sentirme un auténtico brujo. 

 

Sí, sé que es hipócrita y que debería exigirle más a CD Projekt RED como le exijo a Ubisoft o a Electronic Arts, pero vamos a dar un golpe en la mesa: Geralt no es un assassin más, y Oxenfurt no es Ferelden. Quiero ver todo lo que son capaces de hacer en CD Projekt RED por mejorar la experiencia, pero mientras, voy a seguir gozándola igual. Los puntos fuertes de Witcher son muchos, muchísimos, y superan con creces los fallos que ya damos por comunes y que, en esta ocasión, estoy convencido de que se van a pulir. 

 

¡Nos leemos!


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