Llantos de la semana: Sekiro, los kits de Fallout 76 y la Epic Store
Esta semana, o estos últimos días si lo preferís, han venido cargaditos. Llantos por la dificultad de Sekiro, por los kits de pago de Bethesda y por la Epic Store y 'sus malas mañas', esas que cometen el tremendo pecado de pagar a desarrolladoras y distribuidoras como merecen abriendo la zarpa asfixiante de Steam y dejando al usuario de PC 'vendido' al no poder seguir engrosando una biblioteca de juegos que al final ni estrena pero mola tener ahí, precintaditos, metafóricamente hablando.
De lo bueno, ni media
Lo confieso, hoy tocaba hablar sólo de Bethesa y Fallout 76, de esos kits de pago que llegarán a la Commonwealth y que, según algunos, demuestran que Bethesda mentía y se ha rendido al Pay 2 Win. Lamentablemente la cosa no da para mucho y se resume a una sola frase: ojalá todos los juegos online incluyeran estos kits a cambio de una hoja de ruta tan rica, sabrosa y, lo más importante, gratuita, como la que ofrece Bethesda para su Fallout 76 este 2019.
Una vez más, el titular vende la broma. Mientras la cabecera se enriquece de la visita y lectura del ente ajeno, el que está convencido de que Fallout 76 no merece la pena, la realidad de una inmensa comunidad rendida a Fallout 76 dista mucho de ser la capturada en esos párrafos. Por no eternizarnos con esto, podéis quedaros con que el encargado de marketing de Bethesda dijo meses antes del lanzamiento de Fallout 76 que no habría contenidos de pago que no fueran estéticos y ahora habrá unos kits de reparación que, oh, elementos del demonio, lo único que hacen es suplir unos materiales que encuentras a cascoporro a poco que viajes por la Appalachia. También podéis quedaros con todo lo que no vende en titulares, las expansiones gratuitas que ya han empezado a llegar como Wild Appalachia, que incluye un nuevo modo de supervivencia, dos nuevas campañas con localizaciones inexploradas, nuevos puntos de comercio, elementos para el CAMP, actividades como la destilería y evento primaveral. Un aperitivo para Nuclear Winter, que llegará en verano con nuevo modo de juego y dos raids en los Refugios 94 y 96 que se abrirán para la ocasión y la posibilidad de convertirnos en jugadores legendarios. Finalmente Wastelanders, la expansión más ambiciosa, llegará en otoño con una nueva campaña completa, nuevas facciones, eventos, escenarios y más.
De lo malo, lo peor
Entenderéis que como jugador de Fallout 76 y parte de su comunidad, que se acuse a Bethesda de malas artes por vender unos cochambrosos kits para vagos y no se alabe todo lo que está por venir de forma gratuita, me haga 'gracia'. No voy a entrar en los motivos, me queda claro que es sólo cuestión de visitas, pero sí en el porqué de estas visitas y de un medio, el del videojuego, que cada día que pasa se me hace más infantil y egoista. Como si fuera la antesala de la fábrica de chocolate de Willie Wonka en la que unos niños maleducados, ególatras y sin conocimiento alguno piensan que ellos tienen derecho a todo, y el resto, a nada.
No me cuesta imaginar a los oompa loompa de From Software, vestidos de samurais, haciendo su particular numerito musical para echar de la comunidad mediante pinchazos en las nalgas a todos esos quejicas que, incapaces de intentar siquiera entender Sekiro han optado por reventarlo a mods y recurrir a las trampas para fundírselo en dos tardes y poder 'opinar' de algo a lo que le han arrancado el alma. Tampoco puedo resistirme a imaginar a los oompa loompa de la Epic Store borrando el disco duro y datos de los móviles, PCs y tablets de todos estos quejicas que lloran porque oh, malditos, pagan más dignamente que Valve a desarrolladores y distribuidoras y están 'robando' los juegos de Steam. Y esperad que no vengan los oompa loompa de Rockstar a hacer de las suyas...
Estros días me han dado un poco de pena y un mucho de vergüenza ajena con una comunidad videojugadora que ha olvidado lo ocurrido en EA y sus 350 despidos y ha preferido mirarse el ombligo y llorar. Llorar pidiendo que se vulnere la naturaleza artística de una obra para poder jugarla rápido, quejarse por la llegada de un elemento que ni les va ni les viene, y olvidar todo lo que ha hecho Epic por esta generación y ver mal su apoyo a los desarrolladores. Un apoyo que empezó hace años con la cesión GRATIS de su motor gráfico Unreal Engine 4 y que ha permitido un catálogo que de otra forma habría sido imposible. Al final me queda claro que lo que importa aquí no es el videojuego, es el yo y que le den a los demás. Mal futuro si seguimos así, pero no dejéis que esto os amargue el chocolate.
¡Nos leemos!
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