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¿Life is Strange 2 remonta en su segundo episodio?

Opinión sin spoilers
Por Álex Pareja

Algo malo y extraño ocurre cuando la pereza se apodera de mí a la hora de enfrentarme a un nuevo episodio de Life is Strange 2. Y lo hace si tenemos en cuenta que Life is Strange es, sin duda, uno de mis videojuegos favoritos de la actual generación. Un primer episodio muy decepcionante ha tenido la culpa y esperaba que el segundo sirviese de redención y me abriera los ojos. Por desgracia, esto no ha ocurrido del todo y ha dejado en evidencia los muchos problemas con los que cuenta esta secuela.


El segundo episodio de Life is Strange 2 trata de alejarse de lo planteado en el primer episodio, sobre todo en lo que respecta a las relaciones: ahora habrá más personajes y las conversaciones se sucederán. No todo consistirá en convivir entre hermanos como ocurría la mayor parte del capítulo de estreno. Esto le viene bien y reconozco que existen los buenos momentos: explorar las emociones y proporcionar decisiones al jugador a este respecto siempre funciona bien en esta saga. Sin embargo, todo se ensucia con situaciones inverosímiles y la terrible sensación de que la magia que sí estaba presente en el resto de juegos de la franquicia se ha perdido sin remedio

 

 

Las situaciones irracionales son demasiado frecuentes. Es evidente que los dos protagonistas, Sean y Daniel, no se pueden comportar siempre como personas adultas y responsables, pero en ocasiones algunas de sus decisiones (en las que nosotros no participamos) se pasan de la raya de la lógica. Situaciones a las que se enfrentan sin ninguna razón para generar una escena concreta, forzada, poniendo en duda la inteligencia del jugador. En su situación actual, huyendo de la policía, deberían ser mucho más precavidos y esto no ocurre, impidiendo además que sea el jugador quien cometa estos errores. En un videojuego donde parte de la gracia está en que nosotros escojamos el camino a seguir se nos priva de la posibilidad en momentos clave. El comportamiento del pequeño Daniel tampoco está bien justificado en algunas ocasiones echando la culpa al jugador por sus elecciones, pero siendo contradictorio en otras.

 

¿Recordáis que una de las mejores características de Life is Strange, Life is Strange Before the Storm e incluso Las increíbles aventuras de Captain Spirit era su capacidad de generar escenas emotivas y tristes sin caer en dramatismos baratos? Pues Life is Strange 2 lo hace de la peor forma, en esta ocasión casi nada más empezar el episodio con un perro como protagonista. Una buena muestra de que el juego, por alguna razón que todavía desconozco, está mucho menos cuidado y pulido que cualquiera de los anteriores. 

 

Life is Strange 2

Uno de los mejores momentos del juego, por ahora, lo protagoniza esta chica

 

En los dos episodios de Life is Strange 2 la sensación predominante es la de ausencia de cariño en su ejecución. La historia está planteada sin gracia, la mayor parte de las conversaciones son planas, se recurre continuamente a tópicos y la generación de decisiones y consecuencias es muy discutible, conduciendo a escenas forzadas y poco creíbles. Es justo reconocer que también hay buenas decisiones, existiendo escenas y conversaciones que sí se disfrutan mucho, pero son las menos habituales.


Esos buenos momentos son los que todavía mantienen viva la esperanza de que Life is Strange 2 vaya a estar a la altura de los juegos anteriores y de sus creadores. Me cuesta creer que el mismo equipo que se ocupó del primer Life is Strange y de la pequeña historia de Captain Spirit esté desarrollando esta secuela, alejada años luz de estas obras en tantos instantes. Mucho deben poner de su parte para que los tres capítulos restantes remonten la historia y unos personajes con los que es muy complicado empatizar salvo contados momentos. ¿Life is Strange 2 ha remontado con este episodio? Es mejor que el primero, se deja jugar perfectamente, resulta entretenido y cuenta con buenas escenas, pero eso no era lo único a lo que estaba acostumbrado y un nuevo golpe me hará tirar la toalla.


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