Le pido a Steep que se vuelva más social

Me gustan las tablas, las ruedas y cualquier cosa que me haga ir muy rápido sin complicarme la existencia. Nunca fui niño de futbol, baloncesto o balonmanos, más bien al contrario. Lo mío iba por otros derroteros: artes marciales, hacer el cabra cuando la palabra parkour no existía y la máxima acrobacia era no romperte un tobillo al saltar una tapia, y deportes de locomoción: patines, skate, mi vieja tabla de surf que ahora descansa en el interior de España reconvertida en mesa de garaje y el sueño constante de, algún día, hacer snowboard, y que espero poder cumplir al fin este enero. 

 

Qué demonios, todavía hoy salgo a patinar con mi esposa y mi hija, a veces con los roller y a veces con el skate, y en Cádiz siempre cae algún fin de semana de paddle surf o bugy -la tabla grande no está ya para viajar hasta el sur- que aunque ya no estoy para mucha maña sí que me gusta seguir sintiendo la velocidad, aunque ya sea sin saltos ni acrobacias. 

 

Os suelto este rollo porque lo mejor de todos estos deportes, aunque no vayan de jugar en equipo, es que gracias precisamente a eso tienen un momento genial cuando sales del agua, te quitas los patines o el sensei da por terminada la clase: sentarte en el suelo junto a los colegas y echar un pitillo, o un refresco, o algo más fuerte, mientras valoras los avances de los compañeros, te picas con ellos o, simplemente, hablas de tu vida. 

 

 

Eso le falta a Steep

Steep mola en muchos sentidos, tiene ese punto de retar a los amigos, comentar las virguerías de los demás y de simplemente descender en compañía soltándonos pamplinas por el pinganillo mientras surcamos la nieve, pero adolece de ago tan sencillo y de agradecer como un bar en alguna cima en el que reunirnos con otros jugadores, conocer a gente nueva y estar al día de los progresos de nuestro grupo. 

 

Puede parecer una pamplina, pero algo como las zonas sociales de Phantasy Star Online o las tabernas de The Elder Scrolls Online -LoL y WoWsiguen siendo terra incognita para mí-, le vendrían como anillo al dedo a un juego que podría crecer mucho y convertirse, con el paso del tiempo, en el Destiny deportivo de Ubisoft si la compañía le dedica el tiempo suficiente. 

 

Puede que sea un idiota por soñar esta vertiente social en un juego que apuesta por otra forma de hacer las cosas, pero sería algo relativamente sencillo y que sin duda mejoraría con mucho la experiencia de un juego que de por sí puede funcionar para los usuarios que, como yo, añoran los viejos tiempos, hacer el cabra y reír con los colegas sin más pretensiones. 

 

 

Me imagino lo chulo que sería entrar en ese bar de montaña a echar un ojo a las tablas, o surcar de noche la montaña y encontrar un campamento en el que los compañeros disfrutan de una taza de chocolate caliente bajo las estrellas, y me emociono. Sería una forma mucho más interesante de plantear retos, de conocer nuevas líneas fuera de pista y de, simplemente, conocer gente más allá de los piques y los 'te agrego' del formato actual. 

 

Tal vez sueñe demasiado, o tal vez sólo sea cuestión de tiempo, pero señores de Ubisoft, tienen ustedes entre manos un producto que podría convertirse en algo realmente grande. Ojalá se den cuenta de ello y logren cumplir mis expectativas.

 

¡Nos leemos!

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