Las ventas de Star Wars Battlefront asustan
Todavía no tenemos datos oficiales sobre la mesa y las estimaciones varían bastante dependiendo de los datos que comprobemos, pero en todos ellos podemos llegar a la misma conclusión: Star Wars Battlefront ha vendido en unos pocos meses una absoluta barbaridad. Era evidente que lo iba a conseguir por diversos factores: esa moda perpetua que impregnan todos los productos de Star Wars que comentaba el otro día, coincidir en fechas con el estreno de una nueva película, un buen hacer en términos de márketing o una mezcla de todo.
Algunos señalan que el juego ha conseguido llegar a vender unos 12 millones de copias, que vendrían a confirmar e incluso superar las estimaciones de venta de la propia Electronic Arts antes de lanzar el juego al mercado (que sugería que el título iba a llegar a los 13 millones antes del mes de marzo), mientras que otras fuentes como VGChartz (medio en el que nos vamos a centrar hoy por su accesibilidad para este tipo de datos) son algo menos agradecidos y sitúan las ventas del juego en unos 8 millones. Aún así, como he dicho antes, siguen siendo muchísimas copias vendidas.
Si seguimos hablando de estimaciones y no de datos totalmente reales, podemos comparar estos 12 millones (o 8, o dejemos la media en unos 10) de Star Wars Battlefront con otros grandes lanzamientos del año 2015, para que seamos plenamente conscientes de sus dimensiones. También hay que tener en cuenta la fecha de lanzamiento de los juegos que vamos a comentar, ya que no es lo mismo estar en el mercado casi todo el año o estarlo solo unos pocos meses (aunque en este caso el juego de DICE seguiría teniendo la delantera).
Vamos a tomar el ejemplo más sencillo y comparemos las ventas de Star Wars Battlefront, que todos podemos estar más o menos de acuerdo en que es un buen juego pero no es una obra maestra, con las de The Witcher 3 Wild Hunt, que ha sido por méritos propios considerado como uno de los mejores juegos del año (o el mejor) en prácticamente todos los medios especializados a nivel mundial. El título de CD Projekt RED, según estimaciones, habría vendido ya unos 4,5 millones de juegos, estando en el mercado muchos meses más que el juego de DICE. Es decir, la mitad o menos. Si seguimos comparando con otros juegos que también han sido considerados como algunas de las mejores obras de 2015, nos encontramos más o menos lo mismo: unos 4 millones para Metal Gear Solid V The Phantom Pain, menos de 2 millones para Bloodborne y unos 8,5 millones para Fallout 4, que es el único juego que mantiene un ritmo similar al de Star Wars Battlefront en ventas.
¿Podemos sacar algo en claro de estas cifras? En realidad nos sirve para sacar una conclusión que todos deberíamos saber ya: en el mundo de los videojuegos importa más bien poco la calidad de una obra, que rara vez suele ser concordante con el nivel de ventas. No es algo propio de esta industria y ocurre también en el cine, por ejemplo, que además nos sirve estupendamente bien si también hacemos la comparativa entre las recaudaciones de las grandes películas de 2015 y Star Wars El Despertar de la Fuerza, que tiene una calidad cuanto menos debatible.
La masa de gente imperante en el mundo de los videojuegos no se fija en análisis, artículos, vídeos o contenidos de medios especializados. No se meten en Mundogamers para conocer la opinión de sus distintos redactores, empatizar con ellos y con sus diferentes gustos como quizás podáis hacer vosotros mismos. Con Star Wars Battlefront tenemos el ejemplo más reciente, con muchos jugadores no habituales corriendo a hacerse con el juego e incluso siendo un motivo de peso para comprar una consola de nueva generación. CD Projekt RED lo comentaba hace poco tiempo: A pesar de que The Witcher 3 ha vendido bien y ha sido considerado por la prensa y los usuarios como uno de los mejores juegos del año, no ha roto ningún récord de ventas por ello, ni ha destacado en ese terreno que por desgracia es el que hace avanzar a la industria. Star Wars (sin entrar en discusiones de calidad sobre sus productos) es el vivo ejemplo de cómo funciona la industria al completo y no solo la de los videojuegos.
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