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Las Steam Machines ¿humo y espejos?

En Europa
Por Kysucuac

La semana pasada uno de los temas que tratamos en el MGPodcast fue la Steam Machine (o Steam Machines, no sé ni en qué número referirme a esa plataforma), y lo cierto es que al no saber encontrar un terreno sobre el que estuviera cómodo acabé sintiéndome como un ignorante. El desconocer, sobre todo en el medio que cubro, me incomoda, así que he pasado estos últimos días reflexionando sobre qué es la(s) Steam Machine(s) para sacar una conclusión y así tratar de redimirme.

 

El primer argumento cuando se presenta una nueva plataforma son las ventajas que ofrecen, y con la Steam Machine la gente no tarda en señalar que no aporta absolutamente nada. Ben Kutchera incluso escribió una pieza llamada “las Steam Machines reproducen menos juegos que tu PC y tiene menos funcionalidades”. Valve ofrece un PC gaming con un SO basado en Linux y un mando que sólo unos pocos afortunados han podido tocar: lo que se sabe desagrada, y lo que se desconoce, inquieta. Gracias a Steam hay varios títulos que están marcando su transición hacia Linux, pero de los miles de juegos que están disponibles en la plataforma de Valve, sólo unos pocos cientos son compatibles.

 

Newell trata de corregir la limitación predeterminada de su plataforma con funcionalidades tangentes: puedes instalar Windows si quieres (en cuyo caso tienes un PC con un mando), y puedes retransmitir juegos de tu ordenador a tu Steam Machine (en cuyo caso sigues teniendo un PC con un mando). Pero la gente desconfía: incluso lo más básico que se le pide a una consola, su hardware homogéneo, se desmorona. Sí, modelos de hasta 6.000 dólares, blablablá, eso lo sabemos todos, pero en realidad ese no es el punto. Lo que mucha gente busca al comprar una consola es sencillez, pasar por cuantos menos menús sea posible, simplemente meter el disco y jugar. Si tienes que comprarte uno entre 13 modelos de una misma plataforma, cada uno con un título distinto describiendo su GPU o los más o menos herzios en su procesador y ¿qué es exactamente la RAM y para qué sirve?

 

En fin, que no resulta muy acogedor.


"¿Quieres jugar a The Witcher 3 en Ultra en 1080p? Vas a tener que trastear un poco..."

 

Con todo, la Steam Machine más básica es bastante potente. Comparando el modelo CyberpowerPC con el “next gen gaming” que propone AnaitGames en su lista de PCs (sí, he vuelto a ponerlos como ejemplo), concluyo que me ahorro hasta 250 euros si me compro la consola de Valve. El modelo de Steam Machine es casi similar salvo por su disco duro inferior, pero lo cierto es que además de desembolsar menos por la consola, no hay que invertir tanto para poder disfrutarla: no necesita un monitor ni un teclado, ya que viene con un mando y se enchufa a la televisión, y su hardware permite mover en Ultra cualquier juego del mercado sin que le tiemble la mano. El problema que le achacan muchos es que la tecnología se mueve a toda velocidad y estas especificaciones, que hoy día mueven Battlefield 4 entre 40 y 60fps en 1080p, podrían volverse obsoletas en menos de 5 años. Valve asegura que SteamOS ofrece un rendimiento superior porque está diseñado para jugar a videojuegos, y la FaQ de la página oficial y Gaben dan a entender que el hardware será modificable, pero las limitaciones de su OS y su parecido al PC gaming siguen siendo molestia para muchos.

 

Aquellos que se manifiestan contra la Steam Machine y expresan su decepción por Valve tienen motivos de sobra para hacerlo: todos esperábamos otro resultado. Parafraseando a Adam Jensen, “we never asked for this”. Pero en realidad esto es una pequeña fracción de una imagen mucho más grande.

 

En primer lugar, hemos de pensar sobre mentalidades y mercado. No todo el mundo tiene un PC de alta gama para jugar: la mayoría de usuarios están en las consolas. El PC se presenta como algo complejo e inquietante: demasiadas cifras, demasiados discos de instalación y demasiados virus, pero también está la mentalidad de que la gente usa esa plataforma para muchas otras tareas. Jugar a videojuegos no es su prioridad. Pero si de pronto llega una máquina con forma de consola y un mando similar al de una consola pero con los beneficios del PC entonces hay un par de cínicos que quizá se conviertan.

 

Luego está el mando. La Steam Machine será lo que queráis, pero esa pieza de hardware es realmente intrigante. Cuando Valve prometió revisar las convenciones de los mandos tradicionales no esperaba esto, pero su voluntad de combinar los controles de PC y consola me emocionan. Os seré honesto: no he probado ese mando, pero su particular interpretación de los joysticks parece ser una traducción bien llevada del ratón. Además, el reciente rediseño del mando da a entender que, en efecto, Valve se lo quiere currar hasta que se pueda jugar cómodamente a títulos como Dota 2 en él. Quizá parezca asunto baladí, pero lo cierto es que un buen mando puede cambiar las reglas, y si Valve acaba entregando lo prometido puede dar ejemplo a las otras casas y abrir las consolas a nuevos géneros. Ya pasó con Wii y los controles de movimiento ¿por qué no de nuevo?

 

Si ya pasó una vez ¿por qué no otra?

 

Pero en cualquier caso no estamos prestando atención a quién está detrás y qué pretende exactamente con esto.

 

Recordemos que esta es una idea de Valve. Su obra respira calidad, y la industria confía en ellos. No hay mejor respuesta que la de John Carmack: “si fuese cualquier compañía de por ahí estaría pseudo-desdeñado, pero es Valve, así que no lo estoy”. Pero lo más importante es que estamos mirando al lugar equivocado: esto no va de las Steam Machines. Va de Steam OS.

 

¿Por qué Valve no se ha implicado en el hardware? Porque ese no es su objetivo principal. GamesIndustry comparaba Steam Machines con Apple TV, que Steve Jobs denominaba el “hobby” de su compañía, y es cierto ¿Por qué Valve ha querido hacer su SO tan abierto? Porque quiere que entre cuanta más gente sea posible. Newell ha llegado a decir en Reddit que “si EA quiere poner Origin, eso estaría bien”, además de hablar sobre cómo le gustaría que en el futuro hubiese distintas sub-tiendas en Steam guiadas por diferentes grupos o personas. Windows 8 ha sido criticado por muchos como un SO limitado y dañino para la escena del juego en PC. Valve está entre ellos, y Gabe Newell lo definió como “una catástrofe para la industria del PC”. Un miedo presente en muchos es que Microsoft limite su plataforma aún más. Valve no ha creado Steam OS por nada: es una vía de escape.

 

Sin duda nuestro mayor error a la hora de juzgar las Steam Machines es que sólo miramos a corto plazo. Pero como dice Tim Sweeney, de Epic, “no puedes juzgar esto en base a los próximos seis meses. Tienes que juzgarlo en base a la próxima década”. Sweeney recuerda cómo Steam tardó varios años en cobrar fuerza realmente, pero ahora es probablemente la mayor plataforma de distribución digital de videojuegos que hay. La gente quiere Steam. Los indies creen que no pueden sobrevivir sin Steam.

 

Empezó como una inconveniencia. Acabó como una bendición.

 

Steam OS es una guerra a largo plazo. Es gratuito y está disponible para descargar en PC porque quiere ir entrando lentamente en las casas de los jugadores. Cuando a Windows se le crucen los cables, si es que ocurre, la gente tendrá un nuevo OS al que acudir, y para entonces Valve espera haber establecido más contratos con otros publishers para convertir sus títulos a Linux. Y si no, la gente seguirá disponiendo de un OS totalmente personalizable, gratuito y que ofrezca un rendimiento superior. Las Steam Machines son la punta de lanza, el símbolo de que esto está ocurriendo. Con las Steam Machines y su mando, Valve espera llegar a un nuevo público, aquel que vea los ordenadores como algo alienígena y esté acostumbrado a la comodidad de las consolas.

 

Entonces ¿sólo falta esperar? No. Los de Newell tienen muchos desafíos por delante. En primer lugar su primer gran error es la ausencia de exclusivas: el modo ideal de iniciar la transición a Steam OS sería lanzar Half Life 3 y forzar a la gente a instalar el sistema, pero Valve ha aclarado que esto no será así. Esto, además de expresar inseguridad, quita incentivos a otras compañías para desarrollar exclusivas y razones al público para comprar una Steam Machine o entrar a Steam OS. Y entonces se entra en el problema que tuvo Wii y tiene Wii U: sin público, no vendrán estudios third party que arriesguen, y si eso no ocurre, habrá menos público, lo cual iniciará una espiral descendente que acabe echando a todo el mundo de la plataforma. Además, con la octava generación recién iniciada Valve tiene al mundo entero mirando a otra parte: cuáles serán los títulos que más merezcan la pena, cuáles serán las mejores exclusivas para Xbox One y PS4. Estas navidades la nueva generación tendrá una fuerte excusa para que la gente de el salto, y las Steam Machines van a tener una competencia muy dura.

 

Valve quiere jugar a largo plazo y tiene un proyecto muy ambicioso entre manos. Tienen el nombre, tienen el talento, pero no tienen al público ni los juegos. Steam OS y las Steam Machines parecen haber perdido la batalla antes de que haya empezado, pero la historia nos ha enseñado que todo puede cambiar. Aún siguen surgiendo nuevos prototipos. Aún siguen apareciendo nuevos datos. Aún queda para que el diseño final del mando quede grabado en piedra y las Steam Machines lleguen a nuestros salones. Los de Newell tienen paciencia, pero con el salón ocupado por las consolas y las habitaciones por un PC en estado de gracia, la baraja parece estar en su contra.


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