Las ofertas de Steam ya no emocionan
Como ya sabréis, las Ofertas Navideñas de Steam comenzaron ayer a las 19:00, hora peninsular, y seguro que más de uno habéis comprado algo. Yo no. No es que odie las rebajas de Steam: las adoro. Por esa razón, creo que me toca hacer este post metiéndome un poquito con ellas, con la deriva que han significado tras tantos años de descuentos importantes, tras tantas ofertas a lo largo de cada semana y tras los últimos cambios introducidos en sus mecanismos.
Aunque algunos llevéis más tiempo en Steam que yo, mi puesta a punto con la plataforma de Valve vino de la mano del ordenador que me compré allá por 2010 y que ya era algo digno para jugar en ordenador. Desde ese año, he ido acumulando juegos, algunos para saldar deudas de joven adolescente pirata; otros porque me apetecía jugarlos, y lo he hecho o no; y una gran mayoría que no he tocado pero que he comprado de rebajas porque estaban baratos.
Estoy seguro de que esto último es algo que nos define a muchos. La culpa es de Valve, sin duda, que los pone muy baratos y que los vende a mucho ritmo y con mucha gracia. Todos nos hemos hecho partícipes de la euforia de las ofertas y se la hemos contagiado a otra gente, ya sea mediante regalos o simplemente hablando en Twitter o en nuestras webs del tema, pero desde hace ya un año, o quizá un poco más, noto que esto no funciona igual.
Aunque las ofertas vienen genial para hacerse con alguna joya perdida o con algún juego de ese año que no has comprado, mucha gente de mi entorno ya no se empapa del furor de las rebajas como antes. Una parte de la culpa la tiene, de nuevo, Valve, que no ha renovado el proceso demasiado y que hace muchas rebajas a lo largo del año. Inevitablemente, esto hace que se sientan menos especiales, además de que tampoco ha introducido cambios (eliminar las ofertas diarias o flash) que sienten bien a todo el asunto.
Sin embargo, creo que el principal problema es que nos hemos pasado. Los compradores casi compulsivos que hemos acumulado una biblioteca de 500 juegos o más no estamos para comprar más juegos porque sabemos que no los vamos a jugar y porque, quizá esto también es muy importante, nos hemos hecho un poco más viejos. Además, no hay suficiente catálogo como para seguir sumando juegos a lo bestia, no se lanzan tantos juegos buenos todos lso años y, si mi catálogo ya tiene los clásicos, no puedo seguir comprando más.
Todo esto me empuja a pensar que el abuso de las ofertas termina por ser contraproducente, y no solo en Steam, sino también en PS4 y Xbox One. ¿Habéis jugado a todos los juegos que regalan en el Plus o en el Gold? No, ¿verdad? Este gesto, que parece una tontería, nos hace devaluar un poquito nuestros videojuegos y, al final, acabamos cansados de las ofertas. ¿Quizá ha llegado el momento de cortarse un poquito con ellas? Jamás pensé que diría algo así...
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