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Las estoy pasando p**** contra Smough y Ornstein en Dark Souls Remastered en Switch

Por culpa del control y su stick
Por Adrián Suárez Mouriño

Sigo jugando a Dark Souls Remastered; encantado por cómo se ha podido llevar la experiencia del juego original a una portátil y que rinda bien. Ya os alerté de que la conversión no es perfecta en cuestión de frames. No solo hay tironcillos en Ciudad Infestada, también en Anor Londo y en otras localizaciones. A estos problemas quiero señalar un par más.

 

El primero es que el joycon derecho tiende a descalibrarse. Si pausas la partida dejando la consola en modo hibernación, es fácil que cuando regreses al juego la cámara dé tirones hacia la izquierda. Para solucionar este asunto hay que volver a suspender la consola, quitar el joycon y volver a conectarlo. De esta manera he conseguido ir paliando el problema.

 

Mientras que este inconveniente se resuelve con sencillez, el otro es más preocupante. Tuve el mismo problema con Celeste. Me refiero a dirigir con rápidez y precisión el dash o en este caso la voltereta de mi guerrero. El recorrido que permite el stick del joycon no es un muy generoso, tampoco la precisión que facilita.

 

 

No he tenido problemas con esto hasta que me he enfrentado a Ornstein y Smough, contra los que todavía sigo peleándome. La cuestión es que cuando fijo en uno de los dos la cámara e intento girar hacia atrás para evitar sus golpes, no siempre se me dirige a dónde yo quiero ir. Marco hacia atrás y el mando interpreta que quiero ir hacia la derecha, choco contra una columna y el martillo del guerrero caníbal me desmiembra.

 

La sensación mejora cuando no tengo al enemigo marcado. Dark Souls Remastered da muchas más opciones de esquiva si lo hacemos así, pero sigue siendo poco preciso. Como os digo, no he tenido mucha queja a este respecto hasta ahora. Me he matado a las gárgolas del campanario con relativa facilidad y solo, también a Queelag, pero cuando la cosa se ha puesto difícil de verdad, la opción portátil de Switch ha sido no todo lo precisa que me gustaría. Y todavía me quedan Manus y Artorias por eliminar.

 

Esto no quiere decir que no me esté gustando la experiencia de Dark Souls Remastered con Nintendo Switch. La estoy disfrutando mucho y estos dos problemas que menciono siguen siendo salvables, solo que hay que acostumbrarse a esta limitación. Además, siempre podéis tener el mando Pro al lado para patearles el culo a esos Snorlax y Pikachu shiny jugando en sobremesa. Sigo jugando muy feliz con esta versión, pero tened tanto este tema como las rascadas que a veces el juego da en cuenta.


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