Las enormes posibilidades de Metal Gear Solid V

Como cualquier juego de mundo abierto, Metal Gear Solid V The Phantom Pain permite al jugador seguir disfrutando del título una vez hemos terminado todas las misiones de historia. Lo bueno del juego es que esa fusión entre metajuego (todo lo relacionado con la Mother Base) y el juego en sí está tan bien planteada que yo al menos no he perdido el interés por seguir desarrollando nuevos dispositivos, completando todas las misiones secundarias y seguir descubriendo secretos casi a diario a pesar de que llevo más de 70 horas invertidas.

Si de serie el juego ya ofrece unas posibilidades enormes para infiltrarse, ir desarrollando nuevos aparatos con los que burlar a esa dificultad dinámica tan estupenda de Metal Gear Solid V The Phantom Pain es algo totalmente satisfactorio. Como ejemplo tenéis el siguiente vídeo, con una de las alternativas que permite utilizar el juego una vez que hemos desarrollado al completo nuestras granadas de humo. Eso sí, no abuséis del truco porque ya sabéis que entonces los soldados comenzarán a utilizar máscaras de gas y se nos acabará el chollo. 

El juego sabe incitar a probar cosas nuevas y es maravilloso tener la sensación constante de que todo lo que imaginas se puede hacer. Las posibilidades de superar las misiones de diferentes maneras es totalmente proporcional a la cantidad de objetos y gadgets que hayamos conseguido desarrollar, y al menos yo me lo paso como un enano saltando al mundo abierto y probando todo tipo de artilugios mientras fultoneo sin parar todo lo que veo, para mejorar mi ejército y mi Base Madre. 

A esto también habría que añadirle una característica que le sienta como anillo al dedo a Metal Gear Solid V The Phantom Pain: las posibilidades multijugador que se desbloquean una vez avanzamos lo suficiente en la historia principal. Este modo online nos permitirá infiltrarnos en las bases de otros jugadores de todo el mundo (y ellos también podrán hacer lo propio con nosotros), creando rivalidades, guerras y tiras y afloja. Lo mejor es que también ocurre lo mismo con las posibilidades según avanzamos: cada vez es más difícil adentrarse en las bases porque los jugadores son mejores, pero la recompensa también es mayor.

Yo, por ejemplo, tengo a un jugador muy cabreado conmigo porque le robé dos Cabezas Nucleares de su base (cada una cuesta un millón de PMB y 27 horas de desarrollo -tiempo de juego real-), y hasta me ataca a las cinco de la mañana para que no pueda entrar a defender mis recursos. Estas posibilidades, sumadas a la locura que el otro día os revelé sobre el final secreto que solo se desbloquea si TODOS los jugadores del mundo desactivan todas sus armas nucleares, han provocado la creación de dos bandos enfrentados en todo el mundo, los que luchan por robar y desechar todas estas armas (yo estoy ahí porque en el fondo soy un buenazo) y los que defienden la existencia de este tipo de armas. 

Sigo disfrutando muchísimo de Metal Gear Solid V The Phantom Pain a pesar de que ya hará unas 30 horas que acabé la historia principal. Y eso dice mucho de las posibilidades del juego, que son inmensas y siguen sorprendiendo continuamente a pesar de que pienses que ya eres el amo absoluto. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de un juego de esta manera, sobre todo después de haber acabado el contenido principal.