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La Wii U de Schrödinger

¿Ha muerto? ¿Está viva?
Por Dayo

Wii U ha muerto, larga vida a Wii U. La conferencia de Nintendo en el E3 ha dejado frío al personal y los comentarios sobre cómo la consola de sobremesa está acabada no han tardado en surgir y sí, yo he apoyado esos mensajes y me he reído y me ha parecido razonable.

 

Al menos, a primera vista.

 

Tenemos un problema, no la comunidad sino la gente, internet en general, y yo me incluyo en esto, porque a veces lo que pasa cuando hablas de pasiones es que te pones demasiado radical y si estamos hablando del E3 que ha visto Shenmue III, The Last Guardian, el remake de Final Fantasy VII, retrocompatibilidad en la Xbox One o a Electronic Arts apoyando el desarrollo independiente a lo Ubisoft, pues el anuncio de que Nintendo tiene un nuevo Starfox como plato principal se queda corto para muchos. Y no les quitaré razón; es el 30 aniversario de Mario y no tenemos un juego realmente digno (porque Mario Maker estará bien, no lo dudo, pero tampoco comparemos), la Wii U estaba tomando carrerilla pero ninguno de los títulos que han anunciado asentará su posición como la mejor consola y, de nuevo, este ha sido básicamente el E3 en el que se han cumplido los sueños. La barra está más alta que nunca.

 

¿La Wii U ha muerto? Pues quizá. Al principio iba a afirmar rotundamente que sí; este artículo empezó siendo una elegía, pero entonces me ha entrado la duda porque yo siempre me equivoco con estas cosas, aunque también porque a veces nos precipitamos. Sí, es cierto que anunciarán la NX el año que viene, pero quizá no la vendan hasta 2017 y resulte que tengamos un Pokémon digno o un Animal Crossing de verdad. Por lo pronto parece que The Legend of Zelda va a salir en esta generación, si es que no nos están mintiendo.

 

El gran problema de Wii U, sin duda alguna, es que ha sido una consola muy desafortunada en un momento desafortunado. No podría haber salido bajo peores condiciones, con la Wii convertida en un pozo de shovelware y sin ninguna killer app en su lanzamiento. La gente no sólo desconfiaba de que fuese a cumplir sus promesas (spoiler: no lo ha hecho) sino que ni siquiera tenía un buen juego que les convenciera para entrar. De hecho muchos directamente no sabían que era una consola por culpa de ese condenado nombre. Yo soy periodista de videojuegos y tardé en enterarme que esa pantalla estaba pegada a una nueva plataforma. Además, la época de Wii U ha sido una sombría: Nintendo ha perdido todas las alianzas que pudiera tener y los principales third party, EA y Ubisoft, la han abandonado; la consola ha tardado años en dar beneficios, ha sido rápidamente superada por la competencia y ha dejado a Nintendo en tan mala posición que la gente ha temido su desaparición, cosa que no va a ocurrir pero, aún así, Nintendo ha sufrido pérdidas multimillonarias y para mantenerse relevante ahora va a exportar sus IP al móvil. Su escena indie no despierta ningún interés, su modo online recibe quejas y Splatoon, su nueva y prometedora IP, parece estar plagada de pequeños fallos y carencias que muestran lo poco que sabe Nintendo de la escena moderna del videojuego.

 

Básicamente, lo que Wii U necesita no son buenos juegos, que los tiene: necesita una killer app tras otra, y eso es lo que la gente esperaba del E3. Starfox es un comienzo, pero no puedes dar un Animal Crossing que en realidad es Mario Party cuando ya tienes Wii Party U y Mario Party 10. De hecho no puedes darlo bajo ninguna circunstancia: anuncia un nuevo Animal Crossing, punto final.  No puedes esperar que la gente se vaya a conformar con Mario Maker en el 30 aniversario del fontanero: necesitas un juego que supere a Mario Galaxy. Y sí, hemos tenido el excelente Super Mario 3D World, pero sus virtudes son más sutiles de lo que deberían. He tardado en aceptarlo como un juego digno. El problema de Wii U es que el año pasado tuvo a Bayonetta 2 y Captain Toad: Treasure Tracker y Super Smash Bros U y Mario Kart 8. Al fin estaba ofreciendo buenos juegos, grandes juegos, de esos que llegan a las listas de los GOTY y que se apilan para formar un catálogo tentador. Este año tocaba un nuevo Zelda o un Pokémon o algo que atestase el golpe final y afirmase que sí, que Wii U es la consola del momento, pero no sé si un nuevo Fire Emblem ayudará. Starfox desde luego que no parece hacerlo.

 

Este año se ha visto como un retroceso para una consola que simplemente no puede permitirse estar en una mala posición. Las cosas ya le han ido mal y ahora no puede volver a rendir por debajo de lo esperado. De ahí todas esas elegías: la gente no está dejando flores porque crea que la Wii U está muerta sino porque, tras este espacio en blanco, este “progresa adecuadamente”, parece que la cosa sólo puede ir a peor. Y no me malinterpretéis, Yoshi’s Wooly World tiene muy buena pinta y estoy seguro de que disfrutaré con el nuevo Mario Tennis, pero como dicen las parejas cuando están a punto de romper, ya no es lo mismo. Son juegos para mantener la posición, no para empujar a la competencia.

 

Quizá nos equivoquemos, quizá NX llegue tarde y lo mejor aún esté por llegar, como cantaba Sinatra, pero la cosa es que esta consola no se ha ganado el beneficio de la duda. Estaba empezando a llamar la atención y, ahora que la ha perdido, todos están viendo que quizá nunca la recupere. Y llegarán las futuras consolas y con suerte estos errores no se repetirán, y Wii U será recordada como ese experimento fallido. Supongo que de ahí viene ese sentimiento; de la sensación de fracaso, de batalla perdida, de que nunca hubo una oportunidad en primer lugar. La Wii U se estaba levantando y de pronto ha perdido fuerzas, y no estamos dispuestos a volver a visitarla al hospital.


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