La sorprendente situación de las licencias cinematográficas y los videojuegos
No me malinterpretéis: nadie quiere volver a los tiempos en los que cualquier mojón de película tenía su homónimo videojueguil de calidad digna de olor a tercer día de retrete portátil. Lo que sí me deja loco es lo mucho que ha cambiado la historia en los últimos años. Lo comenté hace unos meses, cuando se estrenó el juego de Pacific Rim en Xbox Live y pasó tres pueblos de lanzarse en caja: las licencias de película y videojuego han muerto, de acuerdo, pero no deja de ser sorprendente que lo único anunciado a día de hoy para la realización de Marvel sea un puto pinball de Pinball FX 2. Inaudito.
Es un poco remover lo de siempre, pero Marvel y algunas licencias han gozado de cosas francamente buenas a lo largo de la historia. Sega (la de antes) se ponía en plan serio y te firmaba obrazas de calidad indiscutible, Capcom estuvo muchos años haciendo muy buenos juegos y a tiempo presente tenemos el caso de Rocksteady y los Batman, que si quererlo ni beberlo, han colocado a su Arkham Knight a la altura de juegos tan esperados como Metal Gear Solid V, Uncharted 4 o Halo 5. ¿Quién lo iba a decir? El problema no es el hecho de que se pueda hacer un buen juego de una licencia, el problema es que la vaca licenciataria la exprimieron como a una naranja.
Hablemos de Electronic Arts y sus juegos de Harry Potter y éxitos del calibre de Catwoman; sigamos con pseudo-productos de dudosa calidad como los títulos de Sega con Iron Man o Hulk y no olvidemos los intentos lamentables de llevar a los héroes de Marvel a un nuevo universo de pseudo-lucha en Marvel Nemesis. No acaba ahí la cosa, ni mucho menos: Sega tenía en preparación un juego de los Vengadores que no pasó de aborto, y aún suerte que no siguió, ya que tenía una pinta de romper cualquier termómetro del buen gusto existente en nuestro mundo. Es obvio: por suerte pasamos por una crisis de juegos licenciados y no aguanta ni uno el tirón.
Solo hay que darse una vuelta por el contenedor de Google Play y la App Store para saber dónde ha ido a parar toda esa ponzoña. No se trata de una cuestión de que el usuario de consolas y PC sea ahora mucho más exigente de lo que lo éramos hace diez años, se trata de que es infinitamente más rentable programar allí y vender a traperos imberbes tus desperfectos técnicos y lúdicos. Pero sin irnos mucho del tema, me parece increíble que nadie sea capaz de sacar partido a las máquinas actuales y hacer con ellas un videojuego de Marvel como dios manda con Los Vengadores. Si nos dicen en 2005 que saldría una secuela de una peli del equipo por excelencia del cómic americano y que lo único anunciado es una tabla para un juego de pinball... imaginad.
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