La ruta del eSport: conectados en el juego
Cómo la relación entre público y el eSport va más allá

Este artículo es, de un modo u otro, una continuación de este.
El patio de mi colegio era un caos. Supongo que todos los patios lo son, pero este era enorme, y aún así no podías dar dos pasos sin ver balones rodando o volando, a veces en dirección a tu cara. Había dos campos de arena para jugar a fútbol y, en el resto de la superficie de cemento, se veían trazos delineando campos de baloncesto con sus canastas, que también se extendían a lo largo de una sección para correr los cien metros lisos, y junto a la puerta había otra cancha y un frontón.
Todo dios jugaba a fútbol.
Incluso en los campos de baloncesto.
Ahí estaban, chavales de doce, quince años correteando de un lado a otro en equipos informes e irregulares en medio de la cacofonía. Yo gustaba de jugar al baloncesto de vez en cuando, pero cuando salía a la cancha y me ponía a dar botes no dejaba de ser un chaval con sus zapatos y su camiseta mal puesta, chaqueta cubriendo, que intentaba sacudirle el balón a otro zagal que parecía más vestido para cantar una canción de los Bee Gees que jugar al baloncesto. Yo desde luego no jugaba porque aspirase a ser un profesional, pero había universos de distancia entre lo que nosotros hacíamos y lo que podía verse en la televisión. Corte a diez años después y me levanto por la mañana. Voy al salón, enciendo la Wii U, cojo el mando de Gamecube que me he comprado expresamente para jugar en condiciones y entro en Super Smash Bros. “Internet”, “con todos”, “uno contra uno”. Escojo a mi personaje, le doy a Start y ya está.
Estoy jugando en las mismas condiciones que los profesionales.
Hay algo mágico en los eSports. Por mucho que describas el fútbol como un baile poético, un intercambio feroz o cualquiera de esos términos que aparecería en el anuncio de beIN Sports, no deja de ser 22 jugadores pegándose por quién chuta el balón. Pero los eSports despliegan ejércitos de héroes legendarios que luchan por la supremacía, enfrenta a escuadras de terroristas y antiterroristas entrenados, y sólo en los eSports la gente puede volverse loca cuando Yoshi golpea a Fox con un huevo en la cara y le manda a tomar por culo de una patada. Los videojuegos tienen esta capacidad única para sumergirnos en su mundo, y compartimos los mismos escenarios y personajes que los profesionales. Lo único que me diferencia de Leffen cuando me enfrento a otro jugador online es que no hay un público detrás. Y bueno, Leffen es de los mejores jugadores del mundo y a mí me vapulean, pero no quiero desviarme de mi observación: algo que hace únicos a los eSports y los diferencia de cualquier otra competición es que sus circunstancias se pueden emular sin ningún problema y en cualquier momento. Si me gustara jugar al fútbol estaría perdido: no conozco a nadie que se quiera echar un partido y tampoco es que haya decenas de campos expresamente construidos para que pueda disfrutar de un partido. Imagina reunir a 22 personas y llevártelas a un parque para que el primer chute que se desvíe acabe partiéndole la cara a un niño inocente que se paseaba por ahí. Explícaselo a su madre.
Los eSports tienen muchos problemas, pero lo compensan con una increíble accesibilidad y la posibilidad de compartir experiencias. El consejo más habitual que recibo sobre cómo valorar plenamente una partida de League of Legends es “juega a League of Legends”. Y si cierro este documento y me pongo a jugar, estaré en el mismo escenario y con los mismos personajes que Origen o KOO o cualquier otro equipo. Es como si, cada vez que quisieras jugar a baloncesto, te vieses mágicamente teleportado a un estadio, vacío eso sí, y vistieras con la misma ropa que un jugador profesional. Hay una conexión especial entre el espectador y el eSport; cuanto más Super Smash Bros competitivo veo, más me apetece seguir jugando al Super Smash Bros. Intento aprender de las técnicas de los grandes jugadores, me fijo en cómo otros utilizan mis mains, veo vídeos sobre cómo ejecutar técnicas avanzadas. Y luego enciendo la Wii U y lo pongo en práctica. Mismo juego, mismos escenarios, mismo personaje.


También es verdad que Pokemon no intenta atraer a esa comunidad competitiva que se ha formado alrededor de él, pero el hecho de que no explote ese filón, como fan de la saga y jugador competitivo de ella, es algo que me duele.
Al menos parece que con Smash lo están haciendo mejor en ese aspecto :/
En LoL, alguien llevando el mismo campeón que tú puede tener mejores estadísticas, simplemente por llevar distintas páginas de runas y de maestrías. De igual manera, si te haces tus páginas de runas a nivel 1 y vas mejorándolas al subir de nivel, al llegar alrededor del 20, que ya puedes comprar las Gran Runa, que son las que realmente marcan una diferencia, vas a tener que comprarlas todas de cero. Porque ¿quién quiere un bonus de +1 de daño si puedes tener un +3?
En Smash Bros no está presente hasta que enciendes una opción que dice "Personalización". Ahí pasa lo mismo: ¿Quieres el super-broche que te da un bonus de daño brutal y te permite hacer X cosa? A farmear en Smashventura y Clásico, con el añadido de que encima el loot es 100% aleatorio: Tan pronto te puede tocar el broche, como otro ítem de personalización, como una figura.
La diferencia es que en Pokémon, el ganar con tu equipo es algo más. No es ganar con un personaje que simplemente "has elegido". No es como ganar con Zelda en Smash (que está en tier bajísima). Ese equipo no sale de la nada. No ha sido pulsar un botón y obtener un equipo. Has tenido que trabajar para conseguirlo: Criando, consiguiendo movimientos huevo, naturalezas, IVs, entrenándolo con los EVs concretos que querías, pasándote la Mansión Batalla para conseguir esos puntos que te dan ese movimiento en el tutor de RO/ZA o ese objeto que necesitas.
Ciertamente, es menos accesible. A no ser que juegues en Showdown, por ejemplo.
Aunque el Smash competitivo también tiene una serie de normas que dificultan el jugar a alguien que no sea habitual, como el listado de escenarios legales. En serio, ¿por qué no hacen como en el modo For Glory? Escenarios en modo omega como únicos legales. Punto final.
Lo malo es que no hay alternativa: La pelota, el campo, las redes, el tablero y las duchas pertenecen a Riot, a Nintendo, Valve o Blizzard. El dia que Riot diga "Hasta aquí hemos llegado", fin del eSport League of Legends.