La responsabilidad de llamarte RetroBarcelona
RetroMadrid es el evento de juego clásico más importante del país. Organizado por AUIC desde hace un puñado de años, se ha convertido en el punto de peregrinaje de muchos aficionados, que no dudan en viajar para celebrar durante tres días uno de las citas más esperadas del año en materia lúdica. Era obvio que tarde o temprano a alguien se le ocurriera en Barcelona hacer algo similar, y ese acontecimiento se celebrará el próximo fin de semana en la RetroBarcelona, en el DHUB, englobado dentro de la BCNDEVCON (página web, por cierto, sin información en castellano o catalán).
Los días 8, 9 y 10 de noviembre se darán cita en la capital catalana tiendas, medios y aficionados al juego clásico que buscan en la ciudad condal un evento al que poder acudir y que pueda rivalizar con el envidiado (siempre de forma sana) evento de la capital. Desgraciadamente, resultará complicado estar a la altura del ostentoso nombre con el que se ha bautizado el certamen. Organizado por ASUPIVA, una asociación alicantina con Pablo Avilés a la cabeza, nos hemos encontrado ante un evento que prácticamente ha sido organizado por una sola persona, y eso ha quedado constatado en muchas de las mermas que representa a pocos días de la celebración el propio certamen.
Puede tener mérito haberlo hecho una persona desde la distancia, pero del acto heroico al fracaso hay una línea muy fina, y la intención o las ganas, sin resultados al final, importan poco, prácticamente nada. La página web del evento, un desafortunado WordPress con diseño poco menos que sonrojante, no muestra todavía las charlas, invitados o actividades que se realizarán allí. La elección del cartel parece del todo desafortunada, por mucho que se haya sometido a votación o por el mero hecho de que lo hayan hecho diseñadores amateurs lejos de la profesionalidad del medio. Si pretendemos competir con Madrid en esa materia obligando a gente de toda la península a venir a Barcelona, me temo que de cara al año que viene se tendrá que pensar en otras alternativas.
Si no hubiese sido por colaboradores como VicioPlanet que han invertido esfuerzo y dinero en hacer actividades, otro gallo cantaría ante lo que se espera en el próximo fin de semana. Carles García, director del blog, ha pagado de su bolsillo la presencia de nuestro célebre amigo José Manuel Fernández ‘Spidey’, que dará una charla a los asistentes sobre el videojuego clásico español. También organizará un campeonato del clásico The King of Fighters 98 en el que el vencedor se llevará una flamante NeoGeo AES. Vicioplanet dará cabida a la participación de los podcasts de El Club Vintage y Pulpodcast, otro punto que tampoco parecieron tener en cuenta desde arriba.
Según mis fuentes, la única aparición de BCNDEVCON en todo el asunto de RetroBarcelona ha sido para impedir la realización de un campeonato de Street Fighter III Third Strike que querían hacer en Vicioplanet, ya que, según ellos, Third Strike ‘no es un juego clásico’. Sorprendente que The King of Fighters 98 sí lo sea, teniendo pocos meses de diferencia con respecto a la producción de Capcom. ¿Por lo demás? Una charla de Pep Alacant sobre micro-ordenadores japoneses y una ponencia de Albert Miralles que servirá de introducción para el desarrollo en Mega Drive. Tres charlas, una de ellas que corre a cuenta (y a fondo perdido, no lo olviden) de un colaborador. ¿Es suficiente para el nombre del evento? No.
RetroBarcelona, de momento, únicamente recuerda a RetroMadrid por el nombre, y la comparación es lógica desde el mismo momento en el que los organizadores escogieron el propio nombre. Si no hubiesen querido asimilar a lo que están haciendo en Madrid se habría llamado de otra forma. El problema aquí es que si el acontecimiento saliese mal, esperemos que no, los que pagarán serán los barceloneses, ya que será difícil lograr que se olvide un fracaso semejante y que gente que ha venido de fuera se vuelva a acercar para repetir si salieron escarmentados de la primera feria. Tenemos mucho que perder, pero no parece importar a nadie.
A la hora de la verdad, las quejas no se han escuchado en ningún lado. Muchos tenían motivos para hacerlo, pero nunca lo hicieron en público, y todas esas quejas quedaron en conversaciones privadas y charlas de Facebook que no llevan a ninguna parte. Ha faltado gente con ganas de empujar como VicioPlanet para hacer grande el evento: la parsimonia ha estado en la organización, pero también en muchos de los que el fin de semana tenían alguna que otra responsabilidad más allá de acudir de visitante al propio RetroBarcelona y no se han dado por aludidos. A pesar de las pocas actividades, charlas y eventos que sucederán a lo largo de los tres días, nada está perdido todavía.
El éxito del evento radicará en la respuesta del público durante el presente fin de semana: el celebrarlo en las mismas fechas del Madrid Games Week es una de las decisiones más absurdas y osadas a la que podían enfrentarse. De hecho, nadie ha tomado responsabilidades sobre ello. Algunos no han ido a la capital madrileña por estar en Barcelona, una responsabilidad que no parecen tener en cuenta desde la organización y que puede resultar definitiva. Se ha descuidado la actualización de la web desde que se lanzó hace unas semanas (todavía hay espacios sin rellenar en los que invita a consultar 'próximamente' la información) y ha tenido que delegar en el propio Carles García para que haga las tareas de community manager y jefe de prensa. La pregunta, por tanto, es obvia: ¿qué está haciendo exactamente la organización?
Depende del público catalán hacer de RetroBarcelona un evento grande. Debemos salvar los cimientos de un futuro esplendido y recordar la organización del presente evento como una anécdota que jamás vuelva a repetirse. Invito a ASUPIVA y compañía a reflexionar sobre lo que ha ocurrido y que no repitan errores en futuras convenciones, en caso de haberlas. En su defecto, que otros tomen el testigo y hagan de la ciudad catalana un baluarte del juego clásico, que sin duda merece un evento como el de Madrid, aunque a día de hoy la comparación sea algo más que odiosa. Suerte.
<< Anterior Siguiente >>