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La nueva moda de anunciar que un juego es Gold

Y la verdad de fondo de todo ello
Por Julián Plaza

Inmediatez e información pueden ser conceptos muy distintos. Recuerdo que en una de las optativas que hice en el grado de periodismo estuvimos tratando a fondo el ritmo de los media 2.0; la información crítica y reposada ha ido perdiendo fuelle a favor de un bombardeo incesante de titulares que, con el tiempo, hacen que todo quepa en un tuit. Parece que esté tirando piedras sobre mi tejado, sí, pero por suerte existen casos como el de Mundogamers que apuestan por informar sin estar tan pendientes del reloj. Pero bien, somos rara avis.


Como no podía ser de otra manera el periodismo de videojuegos también se ve afectado por la fiebre de la inmediatez. No parar de hablar y, sobre todo, hacerlo el primero son una regla indispensable si quieres posicionarte bien. Antes un breve solía acompañarse de información relevante como un nuevo tráiler, la revelación de una fecha de estreno o el anuncio de una nueva IP o secuela esperada desde hace tiempo. Los tiempos del papel. Ahora, es habitual que hablemos de DLC’s, paquetes de skins y parches de mantenimiento. Sigue siendo información pero, sin duda, mucha más y a un nivel también más superficial.


NMS

Carne de meme

 

A poco que sigáis la actualidad habréis leído recientemente alguna noticia informando de que ‘tal juego ya es Gold’. Es la nueva moda. La que sigue siendo información relevante me atrevería a decir que se está aprovechando como extintor ante posibles incendios. Me explico: a bote pronto, los títulos que me vienen a la cabeza acompañando ese titular son Final Fantasy XV, The Last Guardian, The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition y Watch Dogs 2. ¿Veis por dónde voy? Encontraréis otros tantos anunciando que su proceso de desarrollo ha llegado a su fin (Forza Horizon 3, Rise of the Tomb Raider para PS4 o Titanfall 2), pero en aquellos donde los dimes y diretes revelando problemas se han dejado pasar, el informe del paso a Gold es una parada obligada.


Ya hablé del vía crucis particular de The Last Guardian, todos conocéis que Noctis y sus amigos han padecido un proceso similar y el retraso de la Special Edition de Skyrim habla por sí solo. Luego está Watch Dogs 2, que necesita un lavado de imagen para distanciarse de lo que ocurrió con su antecesor. El paso a Gold es muy buena publicidad. Aun así, no es garantía de nada: mirad las quejas con la aventura espacial de Hello Games. ¿Qué se puede extraer de todo esto, entonces? Para mí, es la constatación de algo que todos conocemos.

 

Trico

Pesadillas con final feliz

 

Los días marcados en el calendario, junto a presiones externas y a unas campañas de marketing que prácticamente acompañan al juego desde su fase conceptual son una mala combinación de inconvenientes. Mirad a The Last of Us 2. Debería ser más normal que un proceso de desarrollo sufriera baches, todo iría mejor con fechas de lanzamiento más flexibles y, quizás, con una exposición mediática disminuida un par de revoluciones. El anuncio de que un juego ha pasado a ser Gold es una moda que ha venido a quedarse. No es algo malo, pero a veces hay que saber ver más allá de lo que a todas luces es una buena noticia. Eso decía mi profesor.


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