La nueva excusa para falta de trabajo extra es la igualdad entre jugadores

¿Dónde ha quedado el espíritu de la competitividad entre plataformas? Hoy en día parece dar igual la plataforma que tengamos ya que, salvo exclusivas, casos extremos o sutiles diferencias a las que sólo los puristas dan más importancia, todas las plataformas mueven los mismos juegos, cuando antaño un mismo nombre daba lugar a distintos juegos, con distintos tiempos de desarrollo y distintas características que los hacían mejores en unas u otras cosas, y diferentes al fin y al cabo. Ahora ofrecen DLCs exclusivos.

 

Hoy en día, eso se ha perdido, y hasta se han ido perdiendo esas características exclusivas de cada plataforma que hacía al público decantarse por una o por otra. Ese mejor juego online en Xbox 360 ya ha sido igualado por PlayStation 3, y gratis, esa supuesta incomparable potencia gráfica de la consola de Sony que justificaba su precio está siendo desaprovechada hasta el punto en que algunos juegos han salido mejor resueltos en 360, y el PC por su lado ofreciendo la mayoría de los multiplataforma con mejoras gráficas que en la mayoría de los casos pasan desapercibidas por ser versiones que llegan mucho más tarde para ofrecer, al final, la misma experiencia, dejando a la recién llegada Wii U totalmente a un lado sin apoyo de las desarrolladoras porque las dos pantallas les suponen un engorro.

 

Y ese es básicamente el problema que muchas tienen hoy en día para todo juego que llega para las dos consolas principales y no a Wii U y PC. Evitan mancharse las manos y alegan una igualdad para todos los jugadores, cuando el motivo de que se comercialicen varias consolas con diferentes características es que no exista esa igualdad. Aquí entraban recientemente dos desarrolladoras muy diferentes hablando del mismo problema en distintas plataformas, alegando la misma excusa.

 

«Siempre he sido un gran fan de Nintendo y sus consolas, siempre innovan en el diseño de interfaces y desde el punto de vista de diseño del juego siempre es divertido jugar con esas nuevas interfaces. Es por ello que querríamos haber añadido algo a la experiencia de haber desarrollado una versión para Wii U. 

Lo que sí hemos hecho es trabajar en las otras tres versiones para que sean exactamente iguales y ofrezcan la misma experiencia ofreciendo lo mejor de cada plataforma. Pero algo como Wii U pide que hagas algo con esa interfaz única, y es algo que me encanta como jugador, pero que como desarrollador no quieres hacer a medias.»

 

Esto declaraba el director creativo de Tomb Raider para True Gaming (vía NintendoLife), y vamos a sacarle punta tanto a estas declaraciones como a las menos recientes de los creadores de Dead Space 3, que afirmaban que la versión de PC no sería mejor, también por ofrecer la misma experiencia a todos los jugadores.

 

En primer lugar lo más obvio, si de verdad buscasen ofrecer lo mejor de cada plataforma, los juegos no serían iguales. En segundo lugar, nadie ha dicho que Wii U obligue a utilizar la doble pantalla, y ha sido de hecho la presión de third parties como Activision la que ha conseguido que Nintendo tenga el Controller Pro como mando al uso, que se puede utilizar perfectamente para juegos normales como muchos en PC obligan a utilizar un mando en lugar de teclado y ratón, dejando a la mayoría de juegos de la consola sin juego asimétrico y con el Off-TV como auténtico reclamo.

 

¿No presionan las compañías por obtener algo más que DLCs exclusivos? ¿No está molesta Sony con las desarrolladoras externas por el hecho de que su consola sea la que baje el listón para que la competencia esté a la altura sólo con un mayor número de discos?

 

Los usuarios de PC muchas veces se ven recompensados con algo de exclusividad, con versiones aunque tardías, mejoradas en el apartado técnico, a veces de forma tan notoria como los casos más recientes de Far Cry 3 o DmC: Devil May Cry, pero muchas otras veces, por culpa de esta igualdad, la diferencia entre lo que es y lo que podría haber sido es abismal.

 

 

El futuro debería pasar por la toma de una decisión real a la hora de escoger una plataforma para jugar. Las tres grandes compañías deberían ejercer mucha más presión para que los juegos de sus respectivas plataformas sean algo diferente y no la misma experiencia, para que haya muchos más motivos para decantarse por una u otra consola que los juegos exclusivos, o escoger una u otra versión de un juego por algo más que la afinidad por una marca, un mando, o por un DLC exclusivo.

 

Porque por mucho que nos digan, ni hay guerra de consolas, ni hay competencia ni hay nada, sólo un mercado que se mueve por modas cada vez menos inspiradas y más duraderas, que son las que están dando forma al trabajo de los desarrolladores y no al revés, como debería ser.

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