La nube de Xbox One esto, Azure lo otro...

Compadecemos a quienes tengan que explicar en una tienda a un comprador desorientado de qué va todo eso de la nube de Xbox One, o incluso a quien tenga que diseñar uno de esos habituales paseos interactivos por la experiencia Xbox para iniciarse en esta nueva tecnología. Les compadecemos, porque a día de hoy parece que ni la propia Microsoft sabe de qué va su nube, o al menos parece que no sabe explicarlo con claridad.

Poco después del anuncio de la consola y del E3 salían aún más dudas, salian declaraciones de desarrolladores que afirmaban algunas de las posibilidades de la nube, que serviría como potencia de procesado extra de forma remota, para que determinados juegos pudiesen aplicar nuevas funciones como en Forza Motorsport 5, donde la nube leerá tu forma de jugar y la transmitirá para crear una IA lo más parecida a tu propia conducción para enfrentarte a tus rivales y amigos sin necesidad de tu presencia.

O en Titanfall, donde según sus creadores la nube no sólo podría ejercer de servidores dedicados para que el juego online corra con una estabilidad sin igual, sino que también pueden ampliar el mundo de juego y añadir nuevas y mejores IAs gracias a esta nube basada en la tecnología Azure de Microsoft. Y sigue siendo un concepto aún demasiado intangible al que hoy mismo le acaban de atribuir nuevas posibilidades que podrían o no podrían llegar a ser.

Con esto acaban de anunciar que podría llegar a servir para todo lo que nos podamos imaginar e incluso cosas más allá de nuestra comprensión, pero sobre todo han declarado que pretenden emular el servicio que ofrecerá PlayStation 4 con Gaikai, un servicio del que, por cierto, también llevamos mucho sin saber nada, con lo que sólo están intentando seguir ciertas pistas para acercarse lo más posible.

Con esta tecnología de la nube, Xbox One también podría llegar a ser retrocompatible con Xbox y Xbox 360 de una forma tan sencilla como hacer click en un juego (o mencionarlo a través de Kinect) y empezar a jugar, pero antes de empezar a hacernos ilusiones, habría que saber cuánto nos costaría teniendo en cuenta que de nada servirá que tengamos el juego original porque la nube no será capaz de hacer que Xbox One lea un disco de otra plataforma. ¿O sí? 

Desde luego, la nube sigue siendo un gran misterio del que necesitamos mucha más información por parte de la misma Microsoft, pero aún así, sigue pareciendo una de las características más interesantes de Xbox One.