La novela visual y los videojuegos

Dejando atrás el manido debate (poco o nada enriquecedor) de si ciertos géneros deben considerarse videojuegos o no, lo cierto es que en los últimos años estamos siendo testigos de una mayor proliferación de novelas visuales, ya no solo japonesas y de un corte mucho más centrado en el propio anime, sino de cualquier estilo e incluso con estudios y creadores independientes tras su gestación. Estas obras, básicamente, proponen al jugador una historia que se suele ir relatando a través de letras y de imágenes estáticas, que suelen estar algo animadas, centrando la interactividad en la toma de algunas decisiones que varían la trama. 

Lo mejor de las novelas visuales es que, por su propia concepción, no tienen miedo simplemente a desarrollar una trama y poco más, ya que los jugadores están esperando precisamente eso. Otros videojuegos, como el caso de las obras de Telltale Games, llevan impregnada en muchas ocasiones la obvia necesidad de querer "ser videojuegos" y de crear situaciones a la fuerza en la que se le da al jugador el control del personaje o se le deja intervenir en alguna secuencia con Quick Time Events, que terminan haciéndole un flaco favor al juego. Las novelas visuales conocen su propia naturaleza y dan rienda suelta a las letras y a la creación de la historia, donde el jugador, casi al mismo nivel en esos juegos que he comentado, toma decisiones y varía los acontecimientos. 

Recientemente, navegando por la enorme cantidad de juegos de Steam en busca de alguna novela visual que se alejase un poco de lo que había visto hasta el momento, di con Cinders, un videojuego independiente que bebe en su historia de algunos cuentos clásicos de Disney. La única interacción que tenemos, como he comentado antes, es la de seleccionar muy de vez en cuando alguna que otra decisión que al menos varía de forma palpable el devenir de la trama. 

Pero dentro del amplio abanico de posibilidades que encontramos hoy en día con las novelas visuales, nos damos cuenta de que ya hay muchas maneras de narrar la historia y de generar esas interacciones, aunque al final el objetivo es que el usuario pueda leer una historia mientras toma algunas decisiones. En Steins;Gate, por ejemplo, podemos cambiar el curso de la historia dependiendo de cómo respondemos a algunos mensajes SMS. 

La novela visual es un género inmensamente recomendable para aquellos jugadores que, primero, disfruten de la lectura, ya que en este caso las letras son las auténticas protagonistas aunque se vistan para la ocasión generando imágenes de los personajes o de algunos escenarios, mientras que nosotros mismos tenemos el poder en ocasiones de decidir de verdad. La ausencia de necesidad, además, por querer ser más videojuegos y no incluir más fases de interactividad de las necesarias aumenta la calidad de la propia obra, que simplemente debe centrarse en narrarnos una buena historia. Os recomiendo que deis alguna oportunidad a algún título de este estilo, si es que os llama la atención, ya que seguro que encontráis alguno cuya historia os resulte interesante y lo lleguéis a disfrutar.