La mejor clase para empezar a jugar al WoW

Con la Batalla por Azeroth ya aquí, World of Warcraft se prepara para una oleada de nuevos y viejos jugadores. Al igual que ocurrió con Legión, siempre el nuevo contenido del MMORPG de Blizzard atrae a los usuarios que dejaron el juego. Sin embargo, suele atraer también a aquellos que nunca se habían preocupado por hordas y alianzas. Sí, los novatos siguen llegando al WoW y muchos de ellos tienen un sinfín de dudas. La que suele repetirse muy a menudo tiene que ver, no tanto con las razas, sino con las clases. ¿Cuál es la mejor clase para empezar a jugar a WoW?

 

Con los años, las cosas han cambiado mucho en el amplio mundo de World of Warcraft. No obstante, aun con sus actualizaciones y especializaciones, ciertas bases se mantienen. Por eso sigo defendiendo que la clase de Cazador es la mejor para los principiantes. La idea es sencilla: nunca juegas solo. Cuando eliges la clase Cazador, llevas contigo una mascota, todo un compañero. Esto nos ayuda mucho en el solo-play. Las mascotas del Cazador pueden convertirse en un dps temible o en un tanque que nos facilita mucho las cosas, así que son perfectas para los niveles más bajos, cuando empiezas a entender el juego. Curar y revivir a nuestra mascota será prioridad, sobre todo cuando esta sea tanque. Con ella encargándose de la primera línea, es mucho más fácil comprender qué hacen nuestras habilidades, antes de lanzarnos de cabeza a las especializaciones que tiene de por sí el Cazador.

 

 

Libera a la bestia que llevas dentro

El Cazador tiene tres especializaciones: Puntería, Dominio de Bestias y Supervivencia. Como estamos hablando de alguien que acaba de llegar, es mejor que nos centremos en el Dominio de Bestias y en la maestría de Maestro de Bestias. Es mucho más sencillo especializarse en Bestias cuando eres un principiante, este apoyo extra es algo fundamental. No solo a la hora de combatir, sino a la hora de rastrear monstruos (usar a tu mascota para localizar a un monstruo que para ti está algo inaccesible porque el juego sigue teniendo los mismos bugs que hace diez años, por ejemplo) o de... no sé, no sentirte tan solo en los primeros niveles. 

 

No obstante, si cazar no es lo tuyo, hay ciertas soluciones al respecto. La segunda clase que recomiendo es el Brujo. En esta ocasión tenemos las especializaciones Aflicción, Demonología y Destrucción. Yo recomendaría Aflicción o, como mucho, Destrucción. Daño fácil, rápido y mucho sufrimiento. Para tu adversario, no para ti. No puede haber nada mejor.

 

Para el resto, para los más experimentados, ya sabéis que nos veremos en el fragor de la batalla. Sí, hombre, la batalla por Azeroth.

 

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