La marca Blizzard en las cinemáticas de presentación
Pocas son las firmas que saben capturar de forma tan correcta la esencia de sus videojuegos en un vídeo de presentación como lo hace Blizzard. Las puestas en escena de sus títulos llevan siendo una tendencia y una tradición desde mediados de los noventa, y esa práctica no se ha perdido con el tiempo: ha mejorado hasta cotas inimaginables. El último caso ha sido el de Starcraft 2: Heart of the Swarm, que ha sido recientemente mostrado y nos ha dejado sentados ante su calidad:
La Reina de Espadas, Kerrigan y sus sueños de grandeza. Lo mejor no es eso: ¿habéis visto el movimiento de las criaturas Zerg o el funcionamiento de la maquinaria Terran? El juego es suyo, pero han sabido capturar a la perfección lo que es y significa el universo Starcraft en escasos dos minutos de vídeo. La práctica no es anómala en otros ejemplos: si viajamos catorce años atrás observaremos que Blizzard ya sabía hacer cosas muy buenas con las herramientas de la época:
Míticas introducciones. Blizzard sacaba los colores a otros ejercicios de la época, poniendo buen gusto y tecnología al servicio del usuario. Lo que no debemos obviar es que la cosa no queda únicamente en su epopeya galáctica, ya que si nos pasamos a ver ejemplos con Warcraft o Diablo también nos quedaremos con una idea similar: saben qué deben enseñar para engatusar al jugador en los minutos anteriores a comenzar el juego y lo logran con creces.
Es una percepción personal, pero creo que el arte de la introducción se ha ido perdiendo con el paso del tiempo. Recuerdo con cariño las introducciones de la generación de 32 bits y los esfuerzos de los desarrolladores y compositores por crear una secuencia espectacular. ¿En qué queda hoy? El mundo de la CG en algunas cosas buenas, pero sí que abundan las presentaciones compuestas por retazos de vídeos del juego entero, formando un vulgar vídeo musical que no satisface al jugador y que encima acaba contándote gran parte de la trama de la obra, por lo que muchos jugadores acaban pasándola para prevenir posibles spoilers.
La tecnología cambia, pero las sensaciones no, y el buen trabajo sobrevive. Ojalá no se hubiese descuidado un arte tan noble y querido como el presente. Al final, la historia recordará las buenas y obviará los trabajos vulgares que se hicieron durante las décadas pasadas. ¿Recuerdas la introducción de Soul Reaver? Pues eso, el buen hacer y la recompensa del cariño de tus clientes y público, que reserva un hueco en su memoria par tus tres minutos de fantasía.
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