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La Isla de la Armadura es perfecta para continuar en Pokémon Espada y Escudo, pero no para regresar

Un buen endgame... de pago
Por Álex Pareja

La primera expansión de Pokémon Espada y Pokémon Escudo ya está aquí, siete meses después del lanzamiento del propio juego. La Isla de la Armadura es un interesante añadido que expande alguna de las novedades vistas en la obra, pero que parece muy pensada para aquellos que continúan disfrutando del juego día tras día y no tanto para los que abandonaron la experiencia una vez terminaron su aventura

 

Dejando a un lado la exploración clásica de la saga Pokémon por primera vez en dos décadas, La Isla de la Armadura plantea un enorme escenario abierto desde el primer segundo, donde la historia (corta y poco interesante) avanzará conforme alcancemos ciertos objetivos. Estos van desde la común llegada a una zona o a la consecución de objetivos de diverso estilo, casi todos ellos basados en la exploración y la búsqueda. Todo parece muy enfocado en dar vueltas y vueltas por este Área Salvaje potenciada y mejorada, mientras capturamos los muchos Pokémon añadidos, realizamos incursiones o nos entretenemos en tareas como la pesca o la recolección de bayas. 

 

 

El Área Salvaje fue el añadido más interesante de Pokémon Espada y Escudo, delimitando una zona del mapa que permite la exploración total y el control de la cámara libre. Sin embargo, a muchos nos pareció que no estaba del todo explotado, sin aprovechar los distintos tipos de terreno o la generación de una exploración más interesante y natural. Parecía un pequeño parque de arena por el que perderse y entretenerse, pero sin gracia ni imaginación. En La Isla de la Armadura esto mejora, planteando un escenario que parece natural, con diferentes zonas y geografías. Encontraremos playas, bosques, llanuras, montañas, cuevas, torres... Parece verdaderamente un espacio clásico Pokémon que poder explorar con la cámara libre, aunque la base sigue siendo la misma.

 

Más allá de recolectar cientos de objetos por el suelo, de capturar a los Pokémon y de conseguir coleccionables, esta diversidad no se aprovecha. La Isla de la Armadura parece ofrecer una experiencia de endgame a un juego que no lo tenía: Pokémon de altos niveles, posibilidad de capturar nuevos legendarios, nuevos espacios para obtener objetos y funcionalidades, incursiones... todo lo que Pokémon Espada y Pokémon Escudo no tenían en el juego base se añade con una expansión de pago. Esto se amplifica cuando el jugador regresa a la obra para disfrutar del DLC, como ha sido mi caso, costando mucho volver a adaptarse a las necesidades del juego. Toca acordarse del equipo Pokémon que estabas utilizando, de las mecánicas, de sus reglas, de la función de los objetos... 

 

Pokemon Isla de la Armadura Análisis

 

La Isla de la Armadura en Pokémon Espada y Pokémon Escudo es perfecta para aquellos que han seguido la senda del juego, para los que se han adentrado en el terreno del competitivo (el único aliciente existente en el juego base una vez terminada la historia) para que puedan trastear con las nuevas criaturas y legendarios, siguiendo la misma ruta de eventos temporales protagonizados por criaturas en incursiones. Pero poco más. La historia no da mucho de sí, la exploración funciona igual y el juego solo parece tirarte en la cara los nuevos añadidos para que te revuelques en ellos. Genial para los que esperaban esto pero algo innecesario para los que buscaban un aliciente que invitara a regresar. 

 

Es fantástico que se siga potenciando la idea del Área Salvaje en Pokémon Espada y Pokémon Escudo gracias a La Isla de la Armadura, quién sabe si marcando un nuevo rumbo para la saga o para otro tipo de entregas. Pero no puedo dejar de pensar en lo mucho que me habría encantado encontrar este añadido como parte del juego base una vez terminada mi aventura y no como un complemento de pago que aparece muchos meses después de su estreno. Un contenido muy enfocado en los jugadores asentados en la experiencia y poco o nada para aquellos que se perdieron por el camino. 


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