La interfaz de usuario de Switch
Los días previos al lanzamiento de Switch, una de las mejores excusas que usó Nintendo ante la falta de aplicaciones de vídeo bajo demanda y otras alternativas de ocio dentro de la consola fue la de justificar que estaban dedicando todos sus esfuerzos en hacer que la máquina ofreciera ‘la mejor experiencia de juego posible’. Es un concepto amplio que va más allá de que cada título funcione, sea estable y demás.
Si hay algo que se ha ido perdiendo progresivamente en la generación consolera es la filosofía del ‘plug and play’, esa sensación de encender un sistema y jugar al instante que se ha ido viendo manchada cada vez más por los tiempos de carga, los menús lentos, los parches de actualización y las instalaciones en el disco duro. Todos esos males los arrastraba Wii U; la buena noticia es que no se han heredado.
Nintendo Switch no solamente tiene una de las interfaces de usuario más bonitas de los últimos tiempos, también es la más funcional y rápida dentro de las consolas. De hecho, no tenía la sensación de estar ante un sistema de menús que reaccionase tan rápido a mis directrices desde la llegada del Big Picture de Steam. Incluso he decidido ponerla a prueba.
Encendiendo Nintendo Switch desde cero se tarda unos 10 segundos en estar en un menú funcional, transiciones incluidas. Hablamos de prácticamente un tercio de lo que tarda PS4 en hacer lo mismo, pero es una diferencia que se acentúa más si hablamos de cada juego. Breath of the Wild, el más lento, tarda poco más de medio minuto en funcionar, cargar partida y dejarte en mitad de Hyrule. Snipperclips te suelta en sus menús en menos de 20 segundos, Fast RMX tarda la mitad y cada uno de los que he dicho te devuelve a una interfaz funcional prácticamente al instante, con pulsar un botón.
Puedes incluso navegar por la eShop -la primera vez tarda 10 segundos al tener que introducir el registro automático del ID, luego son menos de 5- mientras cada juego queda en segundo plano y se reproduce al instante en el que vuelves a seleccionarlo. Dentro de la tienda, las transiciones entre pantallas son inferiores al segundo, incluyendo la carga de imágenes.
Diría que estamos ante el mejor trabajo de Nintendo en lo que a interfaces de usuario se refiere, tanto a nivel de diseño (un menú limpio, con poca letra, dando importancia a los juegos y las imágenes) como de fluidez. Lo único que no termina de gustarme es que sea tan difícil encontrar cómo apagar del todo el sistema; está diseñado para dejar a Switch en el Modo en Espera, algo que acelera todavía más lo poco que se tarda en jugar, pero no es la mejor opción para viajes largos donde no vas a tocar la consola. Siempre hay margen para la mejora, pero Nintendo ha solventado una cuenta pendiente de Wii U con creces.
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