La importancia de Pinocho en Kingdom Hearts

 

Uno de mis momentos favoritos de Kingdom Hearts es el capítulo en el que Sora, Goofy y Donald se adentran en las tripas de Monstro. Allí se encuentran con Pinocho y con Gepeto, y con Riku, que quiere secuestrar al muñeco que le alegra la vida al carpintero. Sí, esto está a huevo para hacer un chiste.

 

Kingdom Hearts espanta a muchos de primeras por la fusión entre los mundos de Disney y de Final Fantasy, como si jugar con Mickey o Bestia fuera para niños o una burda manera de atraer público infantil a la franquicia, pero no es así. Kingdom Hearts habla de la pérdida de la humanidad, algo que se representa con el robo del corazón de las personas, quedando transformados en Sincorazón (luego ya la cosa se desmadra y los mundos sueñan). El mundo Disney sirve para que esta metáfora, tan de cuento, tenga sentido obteniendo un contexto, pero sus personajes individuales también colaboran en esta construcción. Y aquí es cuando toca hablar de Pinocho.

 

 

Riku lo secuestra precisamente porque le parece extraño que un muñeco pueda tener corazón, y así se lo manifiesta a Sora. Este instante resulta sublime por conseguir conectar la historia del propio juego, la narración fantasiosa y también a los propios protagonistas de la historia. Esto es fundamental y clave para cimentar la futura relación entre Sora, Goofy, Donald y Mickey, porque a través de ver a Riku enfrentándose al imaginario de Disney tiene sentido que nosotros nos unamos más a él, en contraposición a nuestro amienemigo.

 

De este modo, la trama del juego no solo pone en peligro a los personajes de Square Enix por su falta o tenencia de corazón, extiende esa peligrosidad a los de Disney. Así cobra sentido que a la postre Kairi también se descubra como una de las princesas del corazón, estirando su relación con el del resto de damiselas Disney y acabando de redondear el cuento perfecto del título original.

 

Es por estos dos pequeños detalles, en especial por el de Pinocho, por lo que Kingdom Hearts consigue ofrecer una historia sencilla pero con mucha profundidad. Todos sus actores, que parecen tan distintos y diferentes entre sí acaban conectados, como los propios mundos de juego. Aunque al final, bueno, aunque al final los que más desean estar juntos no lo logren...

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