La imparable moda de los videojuegos Battle Royale
La última vez que consulté las cifras de ventas de PlayerUnknown’s Battlegrounds había superado los 20 millones de unidades. El mes que viene llega a Xbox One, junto a una versión definitiva que seguramente añadirá unos números más a la cifra de los PC, y que lo reafirmará como el juego más vendido del año. En cuanto la versión 1.0 haya terminado sus tests y se publique de manera oficial estaremos ante el juego que ha vendido más que FIFA 18, Call of Duty WW2, The Legend of Zelda: Breath of the Wild o Ghost Recon: Wildlands.
Como era de suponer, la onda expansiva de esta bomba está siendo importante. No son pocos los estudios que han oteado el horizonte y han visto una gran oportunidad en el mundo de los Battle Royale, realizando maniobras comerciales agresivas y desarrollos atropellados con tal de ser los primeros en lanzar ‘la primera versión de PUBG en’. Mirando a los móviles ya hay multitud de clones (Grand Battle Royale, Last Battleground: Survival, Rules of Survival, etc.), en consolas y PC se dispone de una adaptación gratis que nace de Fortnite, pero la cosa parece que solo acaba de empezar.
Hoy nos hemos levantado con la noticia de que el gigante chino Tencent adaptará PUBG al mercado chino móvil, una zona de la que ya maneja la distribución del original. No hay que olvidar que la misma distribuidora está trabajando en otros dos juegos del mismo género para el ámbito internacional: Glorious Mission para smartphones y Europa para PC. Parece evidente que el éxito del juego coreano está empezando a captar la atención de los grandes nombres, y en un escenario donde todos parecen copiar las ideas que dan más dinero no lo auguro como algo esperanzador. Llegarán más nombres. ¿Se nos ha ido de las manos con los Battle Royale?
La industria nos ha demostrado que por mucho que una idea tome fuerza y desborde la oferta, al final las aguas vuelven a su cauce, sobreviviendo únicamente aquellas obras con un gran nombre detrás y aquellos casos en los que las referencias se han tomado bien. Hoy seguimos hablando de la popularidad de los mundos abiertos, pero diría que las cosas están mejor que en la etapa 2014-2015; un período en el que acumulamos a Batman: Arkham Knight, La Tierra Media: Sombras de Mordor, Far Cry 4, Mad Max, Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, The Witcher 3: Wild Hunt y Fallout 4. Ojalá con el nuevo formato de moda ocurra lo mismo.
Auguro un escenario a medio plazo en el que PUBG solo tendrá que vérselas con dos o tres grandes contrincantes, la mejor versión free-to-play y otra apuesta con presupuesto, un triunvirato que tendrá que terminar repartiéndose el pastel en función de los aciertos y errores del otro. Ahora bien, no todo es malo. Sigo pensando que la idea rescatada de Bluehole tiene potencial en nuestra industria y que puede dar lugar a nuevas alegrías. Solo espero que se cocinen un poco más en la oficina, por el bien de todos.
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