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La historia de Spike Lee en NBA 2K16 no es tan mala

Pero debería ser un modo independiente
Por Álex Pareja

Todos nos emocionamos cuando descubrimos que el laureado modo Mi Carrera del nuevo NBA 2K16 iba a estar escrito y dirigido por Spike Lee, reconocido cineasta a nivel mundial. Empezamos a montar nuestras teorías e historias sobre lo épico que podría llegar a ser una mayor profundidad en este modo de juego en el que creamos a nuestro propio jugador y lo guiamos a lo largo de toda su carrera en la NBA. 

 

Pero cuando llegó el juego, la cosa cambió. Muchas críticas hacia lo que había hecho Spike Lee en su historia llamada Livin' da dream y pocas de ellas positivas. Lo más normal era leer y escuchar opiniones del tipo: "Menos mal que he terminado ya la chufla que ha hecho Spike Lee y puedo, realmente, empezar Mi Carrera". Y ahí, precisamente, es donde creo que radica el problema. Que Livin' da Dream se haya incluido como parte del modo Mi Carrera y no como otro totalmente independiente. De haberse hecho así, otro gallo cantaría. 

 

 

No es que quiera defender la historia que se ha montado Spike Lee en NBA 2K16, porque a mí tampoco me ha parecido nada demasiado espectacular y está, evidentemente, a años luz de distancia de las maravillas que hemos podido disfrutar de Spike Lee a lo largo de su carrera. Pero tampoco es tan mala. Es una historia bien construida, con unos personajes definidos y algunos interesantes giros de guion (bastante predecibles, por otra parte) pero que consigue mantenerse sólida. Algunas conversaciones me han gustado y creo haber captado la esencia y el mensaje de lo que el director y guionista ha tratado de transmitir. 

 

Pero no es una historia adecuada para introducir en el modo MI carrera de NBA 2K16. Porque, precisamente, la historia no está narrando NUESTRA carrera. Para los que no hayáis podido jugar aún, os resumo rápidamente que la historia nos narra los inicios en el mundo del baloncesto de un muchacho llamado Freq, que consigue llegar a la NBA y convertirse en una estrella. La importancia de la historia, más bien, radica en sus relaciones con su hermana gemela, su pareja, su representante y, sobre todo, su mejor amigo de la infancia. Toda esa historia tiene sentido como la historia de Freq, pero pierde todo el sentido cuando se quiere vender como si fuera nuestra historia y nuestra carrera. Yo he creado a mi jugador, yo quiero montar en mi cabeza mi propia carrera, así que no me obligues a tomar el rol de otra persona que probablemente no tenga absolutamente nada que ver conmigo

 

Además, en ese punto llegamos a las incoherencias absolutas con las que cuenta la historia. Creo, bajo mi punto de vista, que Spike Lee escribió la historia sin pensar realmente que se iba a utilizar de esta forma en el juego. Es decir, creo que creía que se iba a utilizar como debería haberse utilizado: como un modo de juego independiente al modo Mi Carrera. No tiene sentido utilizar a un actor real, capturando sus movimientos y su expresión facial, para que luego todos los jugadores utilicen la estética de su propio jugador. No tiene sentido que mi personaje, que "soy yo", mida 1,80 y en los vídeos mida más de 2 metros (porque es lo que mide Freq en realidad y es como han grabado las secuencias). No tiene sentido que puedas crear a un jugador blanco y de ojos azules y descubrir que Cee Cee, tu hermana gemela, es negra. Tampoco tiene sentido que llegado un punto de la historia tu jugador parezca una mega súper estrella de la NBA, cuando en realidad tiene 19 años, acaba de empezar su año como rookie y apenas tiene minutos de juego.

 

NBA 2K16

Esta puede ser la historia de Freq, pero no la nuestra

 

No tiene sentido.

 

Por eso, después de haber escuchado críticas tan malas, una vez que lo he superado quería dar mi opinión al respecto. No es que la historia sea mala -aunque tampoco es una maravilla-, sino que está absolutamente fuera de lugar dentro del modo Mi Carrera. Tenía que haberse incluido como un modo de juego independiente, que hubiese servido para evitar tantas críticas y también para dar mucha más libertad y coherencia a la historia que quiera narrar el cineasta de turno. 


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